Así lo explica un equipo de científicos franceses, daneses y estadounidenses en un estudio publicado este martes en la revista ‘Nature Communications’. Los autores se basaron en observaciones de campo, fotografías aéreas y datos satelitales, combinados con modelos climáticos regionales.

La mayor parte de este adelgazamiento se debe al aumento de la temperatura del océano circundante, lo que provoca el derretimiento de las extensiones flotantes de los glaciares.

Hasta ahora, los glaciares de esta región se consideraban estables, a diferencia de las zonas más sensibles del casquete polar, que comenzaron a debilitarse a mediados de los años 80.

Ubicadas en el norte de Groenlandia, estas plataformas de hielo desempeñan un papel esencial en la regulación de la cantidad de hielo vertido al océano al actuar como enormes ‘represas’ congeladas.

Aunque Groenlandia ya es responsable del 17% del aumento actual del nivel del mar, cualquier debilitamiento de estas barreras podría provocar un aumento de la cantidad de hielo liberado, lo que aceleraría nuevas subidas del nivel del agua oceánica.