Manuel Lorite dijo que en en plazo de un mes la operación podría estar cerrada, y explicó que falta negociar una regulación temporal de empleo de los trabajadores para poner en funcionamiento a pleno rendimiento la fábrica que esta empresa familiar tiene en Cangas (Potevedra).

La Xunta ha defendido la necesidad de que un socio inversor entrara en el capital de Massó para resolver la difícil situación de una empresa con cerca de cuatrocientos trabajadores, por lo que previsiblemente concederá ayudas para el plan de viabilidad que se está negociando.

El representante de Cossonay reconoció que el grupo ha acordado ya la adquisión del 63% del capital de las conserveras gallegas Gómez Carballo y Curbera.

El grupo inversor aspira a constituir en España un grup alimentario que facture en total unos 20.000 millones de pesetas anuales, y posteriormente prevé crear un consorcio para la comercialización de todos sus productos. Cossonay ya compró empresas en La Rioja y Extremadura.