Iríbar explicó que la elección de los premiados resultó muy difícil, aunque finalmente se decidió por mayoría absoluta onceder el galardón a este colectivo de profesores, que "por primera vez se comprometieron públicamente ante el tema de la violencia y del terrorismo".

Según la viuda de Ordóñez, la firma de aquel manifiesto constituyó "un gesto simbólico muy importante y aunque desgraciadamente se llevara a cabo después de que asesinaran a Tomás y Valiente, más vale tarde que nunca".

El objetivo de este galardón, que tendrá carácter anual y cuya primera entrega se realizará previsiblemente el próximo día 6 de juio, es premiar públicamente la labor de personas, colectivos y asociaciones que hayan impulsado valores como la defensa de la vida y la convivencia pacífica.

El premio consiste en una escultura en bronce realizada por el artista vasco Aitor Mendizábal en homenaje a Gregorio Ordóñez. Según el escultor, "la pieza no es bella, porque no hay belleza en la destrucción de un ser".

La obra representa una corteza de árbol con su interior vacío que simboliza la ausencia. "Es el vacío que hay que volver a lenar", indicó mendizábal, quien añadió que la escultura "supone una especie de catarsis para que reaccionemos ante tanto salvaje".