Según informó este miércoles la Benemérita, la investigación se inició hace tres meses cuando el detenido fue identificado en un control de la Guardia Civil de Cantabria a bordo de un automóvil, en el que se encontraron dos huecos ocultos de gran capacidad, conocidos en el argot como ‘caletas’ para el transporte seguro de la droga. En aquella ocasión no se hallaron sustancias ilegales algunas.

Las investigaciones, que se continuaron desde entonces, permitieron descubrir un vehículo de alquiler en el que el detenido, tras manipular la carcasa del filtro del aire, había sustituido este por dos paquetes que, tras ser sometidos a los reactivos, dieron positivo en cocaína con un peso total de 2.250 gramos.

Lo que llevó a los agentes a la localización de la droga fue el hallazgo de dos piezas metálicas ocultas en dos huecos diferentes del vehículo, que se ensamblaban perfectamente entre ellas para formar la herramienta definitiva. Este utensilio encajaba en los tornillos de sujeción de la carcasa del filtro de aire, los cuales ya presentaban signos de manipulación.