Según informó este miércoles la Benemérita, los presuntos delincuentes publicaron anuncios en páginas web que ofrecían servicios de tipo sexual, destinados principalmente a hombres. Una vez que los interesados accedieron a las páginas y proporcionaron un número de contacto, comenzaron a recibir mensajes intimidatorios a través de mensajería instantánea por parte de supuestos "jefes" de las chicas ofertadas, reclamando pagos por haber solicitado servicios que no llegaron a realizarse.

En los mensajes, las víctimas fueron amenazadas con ofensas físicas y sociales, como visitas domiciliarias, difusión pública de sus intereses o represalias si tenían pareja. Se trataba de una extorsión sexual por la que muchas víctimas accedieron a pagar por miedo a las consecuencias.

Los detenidos utilizaron múltiples identidades telefónicas, tarjetas SIM y terminales móviles para llevar a cabo la actividad criminal. En muchos casos, el grupo se conformó con un solo pago para luego cortar la comunicación, aunque en otras ocasiones insistieron para obtener un mayor beneficio económico.

INVESTIGACIÓN DE LOS HECHOS

La operación, denominada 'TRABAZONE', fue iniciada por el ‘Equipo Arroba’, la unidad especializada en ciberseguridad y ciberataques, de la Guardia Civil de Bizkaia, tras la denuncia de un vecino de Barakaldo, presentada a mediados del 2023. El denunciante comunicó que accedió a una página web de contactos en la que se anunciaban servicios sexuales. Aunque no llegó a contratar ninguno de ellos, comenzó a recibir mensajes y llamadas desde diferentes números que lo intimidaron con represalias si no realizaba pagos por supuestos servicios contratados.

Ante la gravedad de las amenazas, la víctima accedió a efectuar pagos mediante una plataforma de pasarela de remuneraciones, enviando un total de 1.300 euros en cuatro transacciones. La investigación, a partir de esto, se centró en analizar los movimientos bancarios asociados, las líneas telefónicas utilizadas y los dispositivos desde los que se realizaron los contactos.

A continuación, el análisis técnico permitió vincular las llamadas extorsivas a un total de 16 líneas telefónicas de prepago, todas ellas activadas en distintos terminales móviles, utilizados con el fin de dificultar el rastreo policial. Además, se comprobó que los números receptores de los pagos estaban relacionados con otras denuncias similares.

Fruto de las gestiones llevadas a cabo por el ‘Equipo Arroba’, se logró identificar a cuatro autoras de los hechos, todas ellas residentes en Valencia, una de las cuales ya estaba procesada en otros procedimientos judiciales por delitos similares. Se pudo establecer la existencia de siete perjudicados en distintos puntos de España, concretamente en las provincias de Bizkaia, Castellón, Ciudad Real, Murcia, Guadalajara y Almería.

El Juzgado de Instrucción nº. 4 de Bilbao procedió a citar a las cuatro mujeres, en calidad de investigadas, por los delitos de extorsión, pertenencia a grupo criminal y blanqueo de capitales.