El cadáver de la joven fue hallado por su novio en el dormitorio de su apartamento, tendido en la cama, semidesnuda y con uno de sus brazos atados al cabecero con una prenda de vestir. Además, en la casa había un enorme reguero de sangre y las luces y el televisor estaban encendidos.

Al parecer, el asesinato ocurrió en la madrugada del pasado martes, aunque no fue descubierto hasta primera horas de la mañana de ayer por su novio, que se desplazó a su domicilio alertado porque la joven no había acudido a su puesto de trabajo.

El juez de guardia, que se personó en el domicilio de la víctima horas después del hallazgo del cadáver, decretó el secreto del sumario, mientras que se hizo cargo de las investigaciones la Guardia Civil, que a lo largo de la tarde de ayer tomó las huellas dactilares que aparecían en el apartamento.

En principio se descarta el móvil del robo o violación, puest que en el apartamento no hay señales de violencia ni se echa en falta ningún objeto de valor.

Una vecina de la fallecida, de nacionalidad extranjera, declaró ayer en el cuartel de la Guardia Civil de Torre de Benagalbón, ya que aseguró haber escuchado gritos en el apartamento de la joven.

Esta mañana el juez ordenó la autopsia del cadáver de Inmaculada Olivares, sin que por el momento haya trascendido ningún dato. La joven fue enterrada a primera hora de la tarde.