EL GUARDIA CIVIL QUE MATO A DOS POLICIAS EN EL BARRIO CHINO BARCELONA INGRESA EN LA CARCEL DE JOVENES DE LA TRINITAT
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El juez decretó hoy prisión incondicinal para el guardia civil que el pasado lunes presuntamente mató a dos policías nacionales con su arma reglamentaria en el barrio chino de Barcelona.
Por otra parte, los resultados de las pruebas de balística deben confirmar si el detenido, Francisco Javier López, de 20 años, mató a uno de los dos agentes, ya que, según la defensa, el segundo fallecido presentaba un disparo en la espalda y López corría delante suyo.
El juez instructor del caso, Josep Niubó, ordenó hoy el ingreso en la cárcel de jvenes de la Trinitat de Barcelona para el guardia civil, después de que hoy prestara declaración. Hasta ayer, el joven permaneció ingresado en el Hospital del Mar tras resultar con heridas leves en una pierna como consecuencia del tiroteo.
Francisco Javier López declaró que no recordaba los hechos sucedidos en la madrugada del lunes porque había bebido una botella de whisky antes de salir de su casa con un compañero. Según dijo, había cobrado aquel día y tenía intención de ir a calebrarlo.
Las furzas de seguridad, según indicaron fuentes de la investigación del caso, le detuvieron aquella noche en un par de ocasiones en la Rambla porque presentaba claros síntomas de embriaguez aunque posteriormente lo dejaron irse.
Por otra parte, las pruebas de balística deben confirmar si López fue el autor de los disparos que mataron a uno de los dos policías que intentaron detenerle. Según el abogado defensor, la bala que entró en el cuerpo de Modesto Carvalho Sánchez, de 29 años y natural de Salamanca, s encontraba en su espalda, y el guardia civil corría delante suyo durante el tiroteo.
El otro agente fallecido es Julián Fernández Arias, de 46 años y nacido en Ciudad Real. Murió minutos después de recibir tres impactos de bala.
Los hechos ocurrieron en el barrio del Raval sobre las tres de la madrugada del lunes, cuando una prostituta se refugió en el dispensario Peracamps porque, según dijo, la había amenazado un joven con un arma. Posteriormente entró en el mismo lugar el guardia civil, que ia de paisano, reclamando los servicios de la mujer, por los que dijo que había pagado.
Los vigilantes del hospital llamaron por teléfono a un patrulla de la policía pidiendo ayuda y, tras llegar ésta, el detenido inició los disparos.
(SERVIMEDIA)
04 Ago 1993
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