Según informó hoy la Dirección General de la Guardia Civil, este plan se debe al incremento del parque de motos náuticas y embarcaciones de recreo y sus altos niveles de potencia, lo que representa un peligro real para las personas.

En lo que va de año, la Benemérita ha llevado a cabo 4.406 intervenciones y ha presentado un total e 1.619 denuncias por infracciones, especialmente por deficiencias en la titulación del patrón del barco, la no presentación del seguro obligatorio o encontrarse fondeado en un lugar no apropiado.

Para poder conducir una moto de agua es necesario haber cumplido los 18 de edad, o 16 si se dispone del consentimiento de los padres o tutores. Además, es obligatorio poseer alguno de los siguientes títulos: patrón para navegación básica, de recreo o yate o bien de capitán de yate.

En cualquier caso, noes preciso poseer titulación alguna cuando las motos se estén utilizando en modalidad de alquiler por horas o fracción de tiempo, en cuyo caso no pueden superar los 54,4 caballos de potencia.