Según fuentes próximas al caso, el descubrimiento del cadaver, que se econtraba en avanzado estado de descomposición, fue posible tras la personación del juez y del forense del juzgado de Ayamonte en la vivienda de la fallecida.

De acuerdo con los resultados de la autopsia, la mujer murió como consecuencia de una intoxicación de monóxido de carbono emanado presuntamente por una barbacoa de carbón, ya que el cadáer fue hallado en una habitación cerrada, en la que la mujer había encendido la barbacoa.

Mariana Pérez Barroso era vecina de la capital onubense aunque en determinadas épocas residía en su domicilio de El Rompido, donde fue encontrada muerta.