Así se desprende del análisis realizado a 27 políticos con diferentes responsabilidades gracias a una iniciativa liderada por la Oficina Europea de Medio Ambiente (EEB, por sus siglas en inglés) en colaboración con otras organizaciones europeas, como Ecologistas en Acción y Hogar sin Tóxicos.

Entre los políticos examinados están Margrethe Vestager y Dubravka Suica, vicepresidentas de la Comisión Europea; Frans Timmermans, exvicepresidente de la Comisión Europea; Virginijus Sinkevicius, comisario de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, y Leena Ylä-Mononen, directora ejecutiva de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA), así como seis eurodiputados: Heléne Fritzon, Jutta Paulus, Mohammed Chahim, Martin Hojsík, Nils Torvalds y Petar Vitanov.

Estos pertenecen a países como Alemania, Bulgaria, Croacia, Dinamarca, Eslovaquia, Finlandia, Lituania, Países Bajos o Suecia.

Además, otros 16 políticos, pertenecientes a Bélgica, Chequia o España (los eurodiputados César Luena y Miguel Urbán), se sometieron a pruebas de nivel de PFAS en sangre.

Las pruebas pretendían detectar la presencia de 13 PFAS en los cuerpos de las personas evaluadas. Pues bien, todos los políticos examinados dieron positivo en hasta siete de esas sustancias, con un rango de 3,24 a 24,66 microgramos por litro de sangre. Cinco de ellos superaron los umbrales teóricamente considerados ‘seguros’, con cantidades en sangre similares a las que se registran de media en la población europea.

“REALIDAD PREOCUPANTE”

Los resultados revelan “una realidad preocupante sobre el fracaso del control de productos químicos en Europa y la urgente necesidad de regular estas sustancias peligrosas”, según el EBB.

Los siete ‘tóxicos eternos’ encontrados son PFOA, PFNA, PFDA, PFUnDA, PFHxS, PFHpS y PFOS. En algunos casos, los niveles de exposición excedieron los umbrales de seguridad existentes.

La vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea y comisaria de Competencia, Margrethe Vestager indicó: “En junio, me hice un análisis de sangre para comprobar la posible presencia de sustancias químicas tóxicas en mi sangre. Unas semanas más tarde recibí los resultados. Siete de los 13 PFAS analizados se encontraron en mi sangre. Los PFAS (o ‘sustancias químicas eternas’) se pueden encontrar en nuestra agua, en los envases de alimentos, en las cremas faciales… prácticamente a nuestro alrededor”.

“Hice esta prueba porque quería ayudar a crear conciencia sobre este simple hecho: puede que aún pase algún tiempo antes de que los PFAS sean reemplazados por completo, pero es el camino correcto a seguir”, añadió Vestager.

EURODIPUTADOS ESPAÑOLES

Dos eurodiputados españoles aceptaron la invitación de participar en el estudio: César Luena Miguel Urbán. “En la sangre de ambos se han detectado seis PFAS diferentes. Además, en ambos casos la sustancia más abundante es el PFOS, el primer PFAS en ser comercializado, prohibido en la actualidad por su toxicidad”, según Kistiñe García, del grupo de sustancias tóxicas de Ecologistas en Acción.

En opinión de César Luena, “la UE debería eliminar gradualmente el uso de los PFAS y sensibilizar e informar a los ciudadanos sobre su existencia y riesgo”. Algo en lo que está de acuerdo Miguel Urbán, que pidió “una restricción universal ambiciosa de PFAS que sea vinculante” porque, a su juicio, “los sistemas voluntarios no funcionan” y “los intereses de las multinacionales no pueden estar por encima de la salud de la población”.

Por otro lado, Los productos químicos PFAS están relacionados con una variedad de problemas de salud graves, incluidos cáncer, infertilidad, defectos de nacimiento y alteraciones del sistema inmunológico.

“La contaminación por PFAS no discrimina. Todos somos víctimas. Nadie es inmune a la contaminación química, sin importar dónde o cómo viva”, enfatiza Tatiana Santos, jefa de Política de Químicos de la EEB.

Algunos de los siete PFAS que se encuentran en los responsables políticos ya han sido prohibidos en Europa, concretamente el PFOA y el PFOS. Otros tienen algunos usos regulados (PFNA, PFDA, PFUnDA y PFHxS), mientras que el PFHpS todavía está permitido en el mercado de la UE.

“Los resultados de estos análisis de sangre llaman la atención sobre un hecho inquietante: los PFAS, conocidos con el sobrenombre de ‘tóxicos eternos’ o ‘forever chemicals’ por su alta persistencia, contaminan a día de hoy a todas las personas en la Unión Europea”, destacó Kristiñe García.

Algo que, tal y como apunta Carlos de Prada, responsable de la iniciativa Hogar sin Tóxicos, “evidencia el fracaso de la política europea de productos químicos, una política que no ha servido para evitar que nos contaminemos con sustancias tan peligrosas como estas”.

La ciencia ha asociado la exposición a estas sustancias, con frecuencia incluso a muy bajas concentraciones, con múltiples problemas de salud como cáncer, daños en el hígado, colesterol elevado o problemas en el neurodesarrollo, así como efectos adversos en la reproducción, el tiroides o el sistema inmunológico, entre otros. “Estamos ante un serio problema de salud pública, que no está siendo debidamente abordado por las instituciones”, recalcó De Prada.