Así lo reivindicaron en el transcurso del diálogo sobre 'Edadismo: desterrando prejuicios con enfoque intergeneracional' celebrado con el apoyo de la Plataforma de Mayores y Pensionistas (PMP), que contó, además, con la participación de la directora general del Injuve, Margarita Guerrero, y la directora general de Igualdad de Trato y No Discriminación y contra el Racismo del Ministerio de Igualdad, Beatriz Carrillo, y que fue moderado por el director general de Servimedia, José Manuel González Huesa.

Durante su intervención, Isabel Martínez recordó que el edadismo “se traduce en menos salud física, menos salud emocional, menos derechos”, lo cual, además, “genera menos oportunidades de vida”.

Junto a ello, denunció que “tiene costes y no es nada rentable para la sociedad”, al tiempo que emplazó a “acabar con ese falso debate de brecha intergeneracional”, convencida de que a jóvenes y mayores les “preocupan cosas muy parecidas” y tienen “intereses muy parecidos”.

En paralelo, aseveró que la “mayoría” de las personas son “edadistas” y lo son “porque no son conscientes de que lo son” y abogó por “colocar el edadismo en la agenda política” porque se trata de “una realidad social que todavía cuesta identificar”, por lo que “no podemos actuar contra ella”.

AGENDA POLÍTICA

“Por eso es muy importante, primero, colocarlo en la agenda política y que esté en la agenda antidiscriminatoria, en la que está el sexismo, el machismo, el racismo, la xenofobia. Son comportamientos sociales que tenemos ya identificados y que sabemos que socialmente son intolerables y que tenemos que actuar contra ellos porque no nos definen”, apostilló, al tiempo que criticó que, “sin embargo, no tenemos puesto en la agenda política el edadismo”.

En este contexto, reclamó la importancia de dar a conocer y “utilizar” la ley de igualdad de trato y la Autoridad Independiente para la Igualdad de Trato y la No Discriminación “para actuar frente a esta realidad” y tomar conciencia de que “existe y vulnera los derechos y la dignidad de muchísimas personas”.

A continuación, con respecto al maltrato a las personas mayores, explicó que la organización que preside puso en marcha el Servicio Estatal de Atención a Personas Mayores hace cuatro años, en los que ha observado que “cada vez hay más sensibilidad” y los usuarios ya no solo llaman para interesarse por la tramitación de una prestación, sino para contar, por ejemplo, que tienen un vecino cuyos hijos “le gritan mucho” o “están maltratando a la madre o al padre” y para saber “cómo actuar”.

“Y son llamadas también de personas que empiezan a tener conciencia de que viven una realidad que no tienen por qué soportar; no tienen que soportar hijos o vecinos o personas que las maltraten ni que les traten mal en una residencia”, explicitó.

CRUCIAL Y CLAVE

En este sentido, Jesús Norberto Fernández afirmó que el edadismo es “un tema absolutamente crucial y clave porque va al centro de la dignidad, de la libertad, de la igualdad de oportunidades de las personas mayores y de su calidad de vida”.

“Es un tema que está incrustado en la sociedad, en nuestras sociedades, en el mundo occidental y que es un aspecto que te condiciona tu vida”, abundó, al tiempo que indicó que es un fenómeno que afecta a personas mayores pero también a los jóvenes, por lo que apostó por establecer “una alianza entre estas dos generaciones para poder reconstruir un pacto generacional y construir una sociedad para todos”, puesto que esta discriminación se da en todos los ámbitos, incluyendo el institucional, el interpersonal, el sanitario o el laboral.

“Y así podríamos seguir hablando hasta llegar a lo que es más triste todavía, que es el edadismo autoinfligido. Es decir, cuando la sociedad tiene comportamientos de discriminación hacia los ciudadanos, sean mayores o jóvenes, eso termina introyectado y te termina limitando y te termina restringiendo tu actividad y tu participación social”, resolvió, al tiempo que pidió “no bajar la guardia”.

En la misma línea, Margarita Guerrero exhortó a “tomar conciencia de la existencia de este problema”, convencida de que “la solución de ese tipo de situaciones tiene que ser desde el diálogo intergeneracional” y no buscando la “confrontación generacional”.

PACTO INTERGENERACIONAL Y MUJER

En este punto, coincidió con el presidente de la PMP en la necesidad de promover “un nuevo pacto intergeneracional que restituya estas desigualdades”, articular “dispositivos muy concretos para corregirlas” y “avanzar en la concienciación ciudadana en relación a la existencia de estos problemas”, convencida de que hay “una deuda social” con las personas mayores y de la importancia de construir “sociedades empáticas”.

Por último, Beatriz Carrillo hizo hincapié en la doble discriminación que sufren las mujeres mayores que, lamentó, “como que van perdiendo validez conforme van sumando años”.