Clima

El hemisferio sur es un 24% más tormentoso que el norte por la circulación oceánica y las montañas

MADRID
SERVIMEDIA

Un equipo de investigadores asegura que el hemisferio sur es aproximadamente un 24% más tormentoso que el norte debido a la circulación oceánica y las grandes cadenas montañosas del hemisferio septentrional.

Así lo explican en un estudio publicado en la revista ‘Proceedings of the National Academy of Sciences’.

Durante siglos, los marineros que habían viajado por todo el mundo sabían dónde acechaban las tormentas más temibles de todas: el hemisferio sur. “Las olas corrían a la altura de una montaña y amenazaban con abrumar (el barco) a cada balanceo”, escribió un pasajero en un viaje de 1849 que bordeaba la punta de América del Sur.

Muchos años después, los científicos que estudiaron detenidamente los datos satelitales finalmente pudieron poner números detrás de la intuición de los marineros: el hemisferio sur es aproximadamente un 24% más tormentoso que el norte. Pero nadie sabía por qué.

Un nuevo estudio, dirigido por la climatóloga Tiffany Shaw, de la Universidad de Chicago (Estados Unidos), presenta la primera explicación concreta de este fenómeno. Ella y sus colegas encontraron dos culpables principales: la circulación oceánica y las grandes cadenas montañosas del hemisferio norte.

El trabajo también encontró que esta asimetría tormentosa ha aumentado desde el comienzo de la era de los satélites, en la década de 1980. Descubrieron que el incremento era cualitativamente consistente con los pronósticos de cambio climático de modelos basados ​​en la física.

DOS HEMISFERIOS

Durante mucho tiempo no se sabía lo suficiente sobre el clima en el hemisferio sur, pues la mayoría de las formas en que se observa el sistema climático están basadas en tierra y la mitad sur del planeta tiene mucho más océano que la mitad norte.

Con la llegada de la observación global basada en satélites en la década de 1980 se pudo cuantificar que el hemisferio sur tiene una corriente en chorro más fuerte y episodios climáticos más intensos. Habían circulado ideas, pero nadie había establecido una explicación definitiva para esta asimetría entre hemisferios.

Shaw, junto con Osamu Miyawaki -de la Universidad de Chicago- y Aaron Donohoe -de la Universidad de Washington- tenían hipótesis de sus propios estudios y de otros anteriores, pero querían dar el siguiente paso, lo que significó reunir múltiples líneas de evidencia a partir de observaciones, teorías y simulaciones basadas en la física del clima de la Tierra.

"No se puede poner la Tierra en un frasco", indica Shaw, quien añade: "En su lugar, usamos modelos climáticos basados ​​en las leyes de la física y realizamos experimentos para probar nuestras hipótesis".

Los autores utilizaron un modelo numérico del clima de la Tierra basado en las leyes de la física que reprodujo las observaciones. Luego eliminaron diferentes variables una a la vez y cuantificaron el impacto de cada una en las tormentas.

La primera variable que probaron fue la topografía. Las grandes cadenas montañosas interrumpen el flujo de aire de una manera que reduce las tormentas y hay más cordilleras en el hemisferio norte. De hecho, cuando los científicos allanaron todas las montañas de la Tierra, desapareció aproximadamente la mitad de la diferencia de tormentas entre los dos hemisferios.

La otra tenía que ver con la circulación oceánica. El agua se mueve alrededor del globo como una cinta transportadora muy lenta pero poderosa: se hunde en el Ártico, viaja por el fondo del océano, se eleva cerca de la Antártida y luego fluye cerca de la superficie, llevando consigo energía. Esto crea una diferencia energética entre los dos hemisferios. Cuando los científicos intentaron eliminar esta cinta transportadora, vieron desaparecer la otra mitad de la diferencia en las tormentas entre ambos hemisferios.

CADA VEZ MÁS TORMENTOSOS

Tras responder a la pregunta fundamental sobre por qué el hemisferio sur es más tormentoso, los investigadores pasaron a examinar cómo han cambiado las tormentas con el tiempo y encontraron que la asimetría entre ambos hemisferios ha aumentado durante la era de los satélites, a partir de la década de 1980. Es decir, el hemisferio sur se está volviendo aún más tormentoso que el norte.

Esos cambios en las tormentas del hemisferio sur estaban conectados con modificaciones en el océano. Descubrieron que se está produciendo una influencia oceánica similar en el hemisferio norte, pero su efecto se cancela por la absorción de la luz solar en la mitad norte debido a la pérdida de hielo marino y nieve.

(SERVIMEDIA)
07 Dic 2022
MGR/clc