Así, destacaron que el primer paso para optimizar el consumo de energía es conocer las características del sistema instalado y aplicar medidas específicas que mejoren su rendimiento. Además de revisar el aislamiento del hogar, programar el uso de la calefacción por zonas y utilizar termostatos inteligentes, es fundamental realizar mantenimientos periódicos.

Entre los diferentes sistemas analizaron se encuentran las calderas de condensación y la aerotermia. En el caso de las calderas de condensación, recomendaron realizar una revisión anual por parte de técnicos certificados, comprobar la presión del agua regularmente y mantener los radiadores libres de obstrucciones. Además, como medida de seguridad sugieren la instalación un detector de monóxido de carbono. “Este tipo de calderas, más eficientes que las convencionales, aprovechan el calor latente del vapor de agua generado en la combustión, lo que permite ahorrar hasta un 30% en consumo de gas y reducir las emisiones hasta en un 70%”, explicaorn. Además, sostuvieron que “la compatibilidad de algunos modelos con sistemas de energía renovable como la aerotermia las convierte en una opción sostenible para todo tipo de viviendas”.

También, señalaron que, para optimizar el funcionamiento de la aerotermia, es recomendable instalar la unidad exterior en el suelo siempre que sea posible, realizar purgados completos del sistema y controlar el consumo mediante aplicaciones móviles. “Este sistema alcanza su máxima eficiencia si se combina con suelo radiante. Además, con aerotermia se mejora la calificación energética del hogar y puede combinarse con paneles solares para alcanzar el máximo ahorro”, concluyeron.