"La pregunta que me hago es si Cantabria puede estar presidida por un condenado y la respuesta es no. Si el PRC ya consideraba que la región no podía tener un presidente procesado, mucho menos uno condenado", aseguró.

Miguel Angel Revilla señaló que ahora la palabra l tienen el PP y el PSOE de Cantabria, que deben dejar sus disputas y dar una solución a la situación creada.