Ana María García de los Ríos, de 85 años, falleció a las 5 de la madrugada en la casa que habitó durante los últimos 50 años, ubicada en la santanderina calle de Pérez Galdós, aunque la noticia fue dada aconocer hoy por sus familiares.

El entierro se realizó hoy en la más estricta intimidad familiar, en el panteón de la finca de la localidad de Puente San Miguel, donde también fue enterrado el banquero.

Para mañana, viernes, está previsto que se celebre un funeral en la parroquia de Santa Lucía, a las 10 de la mañana. Se da la circunstancia de que esta iglesia fue restaurada en 1988 por iniciativa del matrimonio Botín-Sanz de Sautuola-García de los Ríos y su inauguración fue una de las últimas apriciones en público de la esposa del banquero cántabro.

Mujer discreta y diplomática, amante de su familia, el arte y la botánica, Ana María García de los Ríos no prodigaba sus apariciones en público y rara vez realizaba declaraciones. Este talante fue el que la mantuvo en un discreto segundo plano durante los 60 años en los que estuvo casada con el patriarca de la familia Botín.

A sus conocimientos artísticos se deben gran parte de los objetos de arte que en la actualidad posee la familia Botínel propio Banco Santander.

Ana María García de los Ríos, que deja dos hijos, Emilio, actual presidente del Banco Santander, y Jaime, consejero delegado de Bankinter, era hija de Gonzalo García de los Ríos, hombre de negocios y financiero cántabro, y Carolina Caller, de origen irlandés.