Ciencia

Los humanos alteran la relación de 66 millones de años entre dieta y tamaño de los animales

- Por la extinción de herbívoros y carnívoros grandes debido a actividades humanas, según un estudio

MADRID
SERVIMEDIA

Las extinciones de herbívoros y carnívoros más grandes asociadas con actividades humanas alteran una característica fundamental de los ecosistemas desde la extinción de los dinosaurios no aviares hace unos 66 millones de años.

Así se explica en un estudio dirigido por la Universidad de Nebraska-Lincoln (Estados Unidos) y con participación de investigadores de cuatro continentes, y publicado este jueves en la revista 'Nature Ecology and Evolution'.

La relación entre la dieta y el tamaño corporal de los mamíferos terrestres se asemeja a una curva en forma de U, de manera que los grandes herbívoros se sitúan en el extremo izquierdo y los grandes carnívoros en el extremo derecho, mientras que los omnívoros y los invertívoros (que se alimentan de invertebrados) se colocan en el medio. Pues bien, esa curva ha comenzado a aplanarse.

Esa relación abarca al menos 66 millones de años y el estudio sugiere que las extinciones de los herbívoros y carnívoros más grandes debido a actividades humanas están alterando una característica fundamental de los ecosistemas pasados y presentes, con consecuencias potencialmente impredecibles.

"No estamos seguros de lo que va a pasar, porque esto no ha pasado antes”, apunta Will Gearty, investigador postdoctoral en la Universidad de Nebraska-Lincoln y coautor del estudio, que añade: "Debido a que los sistemas han estado en lo que parece ser un estado muy estable durante mucho tiempo, es preocupante lo que podría suceder cuando dejen ese estado”.

DIETA Y ENERGÍA

Según Gearty, las historias evolutivas y ecológicas de las especies animales se pueden contar en parte a través de las influencias entrelazadas de la dieta y el tamaño. La dieta de una especie determina su consumo de energía, lo que, a su vez, impulsa el crecimiento y, en última instancia, ayuda a determinar su tamaño. Sin embargo, éste también puede limitar la calidad y la cantidad de alimentos disponibles para una especie.

"Puedes ser tan grande como tu comida te lo permita. Al mismo tiempo, a menudo eres tan grande como necesitas para atrapar y procesar tu comida. Así que hay una interacción evolutiva allí", indica Gearty.

Debido a que la dieta basada en plantas de los herbívoros es relativamente pobre en nutrición, a menudo crecen masivamente con el fin de cubrir más terreno para buscar más alimentos y acomodar tractos digestivos largos y complejos que extraen el máximo de nutrientes de él. Mientras tanto, los carnívoros deben crecer lo suficiente como para mantenerse al día y acabar con esos herbívoros.

Aunque el menú 'buffet' de los omnívoros por lo general mantiene sus estómagos llenos, sus altas demandas de energía generalmente los hacen concentrarse en las nueces, los insectos y otros alimentos pequeños y densos en energía. Y aunque los invertívoros disfrutan principalmente de presas ricas en proteínas, la naturaleza diminuta de éstas, combinada con la dura competencia de muchos otros que se alimentan de invertebrados, los relega a los tamaños más pequeños de todos.

MILES DE ANIMALES ANALIZADOS

Los investigadores compilaron datos del tamaño de 5.033 mamíferos, 8.991 aves, 7.356 reptiles y 2.795 peces. Aunque el patrón en forma de U estaba ausente en los mamíferos marinos y las aves marinas, probablemente debido a las demandas únicas de vivir en el agua, surgió en los otros grupos de vertebrados (reptiles, peces de agua salada y aves terrestres) analizados. La relación incluso se mantuvo en varios biomas (bosques frente a pastizales y desiertos, por ejemplo, o el océano Atlántico tropical frente al templado Pacífico Norte) al analizar mamíferos terrestres, aves terrestres y peces de agua salada.

"Mostrar que esto existe en todos estos grupos diferentes sugiere que es algo fundamental acerca de cómo los vertebrados adquieren energía, cómo interactúan entre sí y cómo coexisten", indica Kate Lyons, profesora asistente de ciencias biológicas en la Universidad de Nebraska-Lincoln, que agrega: "No sabemos si es necesario, podría haber otras formas de organizar las comunidades de vertebrados con respecto al tamaño corporal y la dieta, pero ciertamente es suficiente".

Los investigadores también estaban interesados ​​en saber cuánto tiempo pudo haber durado la curva en U. Así que analizaron los registros fósiles de 5.427 especies de mamíferos, algunos de los cuales se remontan al Cretácico Inferior, hace entre 145 millones a 100 millones de años. "Hasta donde yo sé, esta es la investigación más extensa sobre la evolución del tamaño corporal y especialmente de la dieta en los mamíferos a lo largo del tiempo", recalca Gearty.

El estudio revela que la curva en U se remonta al menos a 66 millones de años, cuando los dinosaurios no aviares acababan de desaparecer, pero los mamíferos aún tenían que diversificarse en la clase animal dominante que son hoy.

“Es realmente interesante y sorprendente ver que esta relación persiste incluso cuando tienes otros animales dominantes alrededor", señala Gearty, que añade: "Sospechamos que en realidad ha existido desde el inicio de los mamíferos como grupo".

Tras catalogar el presente y el pasado de la curva en U, Gearty, Lyons y sus colegas se enfocaron en su futuro o en su posible ausencia. Los tamaños medios de los herbívoros y los omnívoros se han desplomado aproximadamente 100 veces desde la aparición de los neandertales y el Homo sapiens en los últimos cientos de miles de años y el de los carnívoros se ha reducido unas 10 veces en ese mismo periodo. En consecuencia, la curva en U que ha persistido durante tanto tiempo ha comenzado a aplanarse notablemente.

EXTINCIONES EN 200 AÑOS

Los investigadores han proyectado una probabilidad superior al 50% de que múltiples mamíferos de tamaño grande y mediano, incluidos el tigre y el rinoceronte de Java, que cuentan a los humanos como sus únicos depredadores, se extinguirán en los próximos 200 años. Esas extinciones pronosticadas exacerbarían la interrupción de la curva en U, especialmente en la medida en que la pérdida de grandes herbívoros podría desencadenar o acelerar la pérdida de los grandes carnívoros que se alimentan de ellos.

"Ciertamente es posible que a medida que sacamos a algunos de estos animales de la parte superior (de la curva en U) y colapsamos algunos de estos rangos de tamaños corporales, estemos alterando la forma en que se divide la energía. Eso quizás podría tener repercusiones fundamentales para el medio ambiente y el ecosistema en su conjunto", subraya Gearty.

También es posible, concluyeron los investigadores, que la próxima disminución en el tamaño del cuerpo de los mamíferos podría superar incluso la caída sin precedentes observada en los últimos cientos de miles de años.

(SERVIMEDIA)
21 Abr 2022
MGR/gja