Por este motivo, tanto Unicef como el Gobierno de Nicaragua, están de acuerdo en que los niños que quedaron huérfanos permanezca junto a sus familiares más próximos o sus comunidades.

En Honduras, la organización de Naciones Unidas estima que aproximadamente el 40 por ciento de las 7.000 muertes que provocó el "Mitch" y el 50 por ciento de los 10.000 desaparecidos son niños. De las 500.000 personas que permanecen en los refugios, más de 85.000 son menores de 5 años.

Además, Unicef mostró su preocupación por las repercusiones que tendrá la catástrofe a medio y largo plazo entre la población infantil, ya que es un sector esecialmente vulnerable a los efectos del trauma, sobre todo cuando su entorno ha quedado totalmente destrozado.

Por este motivo, la organización ha puesto en marcha un programa psicosocial bajo el nombre "El retorno de la alegria", que consiste en la organización de fiestas y actividades al aire libre para que los menores expongan sus experiencias

Este programa, que ya se desarrolló en Colombia y Mozambique, permite identificar a los niños que padecen estrés post-traumático y requiere la ayuda de sicólogos.

Asimismo, Unicef ha pedido a los gobiernos de los países afectados que mantengan los programas de vacunación entre la población infantil.