Así lo trasladó en una conferencia con analistas el consejero delegado de Iberdrola, Pedro Azagra, al repasar la distribución de los 9.000 millones de euros que la compañía presidida por Ignacio Sánchez Galán prevé invertir ir en España en ese periodo.

De ellos, unos 4.000 millones están destinados a la red de distribución, partida que está en cuestión en función de cómo quede definido el marco regulatorio y la tasa de retribución en España. En concreto, podría reducirse en unos 1.000 millones.

Si se confirmara dicha inversión de 4.000 millones de euros en la red de distribución, la base de los activos regulados en España alcanzaría los 11.500 millones de euros en 2028, 2.500 millones más que hoy en día.

En todo caso, en referencia a la posibilidad de que Iberdrola no realizara finalmente la totalidad de dicha inversión en España, Azagra relativizó el impacto para la compañía puesto que quedaría minimizado ante la gran cantidad de inversiones que tiene previsto realizar en el conjunto del plan, que ascienden a 58.000 millones, el 65% en Reino Unido y Estados Unidos.

Además de los 4.000 millones en redes, la inversión en España contempla otros 5.000 millones en producción y clientes, de los que el 60%, unos 3.000 millones serán en nuevas plantas de generación.

Con ello, la potencia instalada en España pasará de 31,8 gigavatios (GW) a 32,5 GW, aumentando a pesar de la desconexión de los algo más de 2 GW de los dos reactores de Almaraz. También contempla 600 megavatios (MW) de almacenamiento.