No obstante, Moltó, tras reconocer que ha recibido llamadas de los responsables de IBM en España, a las que no contestará para dar explicaciones, defendió su actuación: "España es un país soberano y su Administración puede tomar la decisión de saber cómo se suministran determinados productos".

"No estoy obligado a informar de esta actuacón, salvo que haya una situación imperial, porque esa corporación (IBM) tampoco preguntó cuando decidió abandonar la producción", añadió.

El secretario de Estado, quien afirmó que las empresas que producen en España deben de tener cierta transparencias en sus actuaciones, indicó que la medida trata exclusivamente de recoger información sobre la presencia de IBM en las administraciones públicas y se negó a precisar su uso futuro. "De la información se sacan conclusiones", fue lo único que dijo a este rspecto.