En una carta remitida por el Instituto, se asegura que el Observatorio de la Imagen de las Mujeres ha recibido varias quejas en relación a una valla publicitaria de “dimensiones considerables” situada a la entrada del municipio de Molinaseca (León), en la que se muestra la etiqueta de dicho vino, donde “se representa a una muer de espaldas con un bikini de corazones, destacando la parte baja de la espalda y los glúteos”.

“Consideramos que esta forma de utilización del cuerpo de las mujeres como un reclamo favorece la perpetuación de las actividades discriminatorias”, asegura la misiva, en la que además se advierte de que la citada publicidad infringe el artículo tercero de la Ley Genera de Publicidad, que declara ilícitos los anuncios que “… presentan a las mujeres de forma vejatoria, bien utilizando particular y directamente su cuerpo o partes del mismo como mero objeto desvinculado del producto que se pretende promocionar, bien su imagen asociada a comportamientos estereotipados que vulneren los fundamentos de nuestro ordenamiento”.

Por este motivo, el Instituto instó a la Bodega a “retirar este o cualquier otro contenido publicitario de estas características que pueda seguir difundiéndose a través de cualquier soporte y a no reiterarlo en el futuro”.

Tras recibir esta carta en el día de ayer, que el propietario de Almázcara Majara, Javier Álvarez, calificó de “un despropósito”, este explicó que la etiqueta de ‘Demasiado corazón’, un Godello que lleva trece años en el mercado, “es una obra de arte”, al ser la reproducción de un cuadro del pintor catalán Josep Moscardó, “con la que se intenta transmitir verano, playa, el mar un velero y corazones” y que el propio autor “ha llegado a definir como con un punto infantil”.

Javier Álvarez se mostró “bastante ofendido” ante el hecho de que el Ministerio de Igualdad pueda acusar a la Bodega de “una doble intencionalidad”, ya que el uso de la imagen “no tiene ninguna otra connotación que ser la etiqueta artística de un vino”, tal y como ocurre con otras etiquetas de la casa, entre las que “incluso está una con un chico con el torso desnudo”. Además, “el vino existe desde 2009 y ha estado en muchos eventos como los Micrófonos de Oro o los Premios Protagonistas y nadie ha dicho nada, sino que todo el mundo estaba encantado”.

Respecto al hecho de que la carta enviada por el Instituto de las Mujeres asevere haber recibido quejas sobre una valla publicitaria en la que se muestra la etiqueta, el propietario de Almázcara Majara se mostró tajante. “Yo personalmente pienso que si alguien se ha quejado y a alguien le ha molestado, tiene un problema grave y es un retrógrado, que es todo lo contrario a lo que persigue un Ministerio Igualdad”, afirmó.

Para Javier Álvarez, lo ocurrido “da pena”, ya que “no beneficia en ningún momento a la causa de la igualdad”, respecto a la que se mostró a favor, “incluso desde un punto de vista feminista”, a cuyo movimiento “le hace un flaco favor”. En este sentido, tras insistir en su “molestia” por “ser usado para una polémica”, aseguró que las mujeres que trabajan en la Bodega, “también están sorprendidas por la carta”.

Una carta en la que, a pesar de tan solo hacerse alusión a la queja por la valla publicitaria, se insta a la no utilización de la imagen “en ninguno de los formatos de la Bodega, ni en internet, ni en las etiquetas, ni en ninguna parte”. “La carta nos llegó ayer y hoy nosotros hemos enviado una respuesta explicando que creemos que se ha sacado de contexto y que hay que entender las características de una bodega que lleva 20 años en el mercado, cuyas etiquetas son todas cuadros, y que en ningún momento ha intentado polemizar, sino que tan solo se busca la estética de una obra de arte, porque arte y vino maridan muy bien”, concluyó Álvarez.