Así lo anunció Illa durante la clausura de la 40ª reunión del Círculo de Economía en Barcelona, donde recordó que Cataluña abrió un registro público de solares, hizo un llamamiento para decir a ayuntamientos y municipios que pusieran a disposición de este registro los solares que “estuvieran en disposición de poder ser edificados de forma inmediata”.

Si lo hacían, destacó, contarían con “financiación pública para poder hacer vivienda pública”. Después de tres meses, avanzó, “más de 226 ayuntamientos” de Cataluña han participado, una cifra que, según el presidente catalán, “nos da una idea de la magnitud del problema que tenemos con la vivienda”.

En concreto, expuso, “se han ofrecido 665 solares públicos, todos ellos en condiciones técnicas para poder comenzar a edificar, empezar a construir vivienda de forma inmediata” que permitirán la construcción de 21.289 viviendas de alquiler asequible, un 25% reservado a jóvenes menores de 35 años y un 20% a ciudadanos en situación de vulnerabilidad”.

Fuentes de la Generalitat de Cataluña apuntan que esta situación demuestra que van por el “buen camino” para lograr 50.000 nuevas viviendas públicas, el objetivo que se ha marcado el Ejecutivo catalán de aquí a 2030, el plan “más ambicioso” a nivel autonómico en toda España, aunque reconocen que queda “mucho por hacer”.

Asimismo, destacan que garantizar el acceso a la vivienda es “una misión de país que nos interpela a todos” y manifiestan que la Generalitat está desplegando esta “ambiciosa” política con “rigor” y “voluntad de colaboración”. Con colaboración público-privada y la implicación de todo el mundo, en todo el territorio, “podemos conseguirlo”.

Según las citadas fuentes, este es el modelo de “prosperidad compartida” que defiende Illa, un modelo donde la economía está “al servicio” de la vivienda y no la vivienda “al servicio de la economía”.