En la operación están implicados altos mandos dela Armada y directivos de Bazán, así como 60 empresas gallegas, que habrían constituido una nueva para llevar a cabo estas actividades ilegales. El "cerebro" del fraude es un coronel cuyo nombre todavía no ha sido facilitado.

Según confirmó hoy el portavoz del Ministerio de Defensa, Pedro Meyer, La Armada ha abierto una investigación "para dilucidar qué ocurrió exactamente y, en su caso, depurar responsabilidades y ponerlo en conocimiento del juez".

Cuando investigaba el supuesto fraude, el titulr del Juzgado número tres del Ferrol descubrió casualmente las actividades fiscales irregulares del consejero de Industria de la Xunta Juan Fernández, que salió a la luz hace unas semanas. Fernández podría haber incurrido en un delito fiscal durante alguno de los cuatro años en los que no realizó la declaración de la renta.

Las fuentes militares y judiciales consultadas por la Ser aseguran que el fraude de 4.000 millones de pesetas se consiguió mediante la adjudicación de contratas para la instalaciónde equipamientos técnicos en las instalaciones militares de Bazán y en los astilleros ferrolanos.

Entre este material figuran instrumentos de alta tecnología y equipos de detección e identificación homologados por la OTAN, además de sistemas de seguridad para las unidades navales de la Armada.

Hasta la fecha no ha sido hallada irregularidad alguna en la contabilidad de las empresas investigadas. Al coronel "cerebro" de la operación le auxiliaría directamente un civil que "se mueve con la mayor sotura por los arsenales militares y que manda más que un capitán general, dada sus buenas relaciones con los mandos de la Armada", según la citada cadena de radio.