Clima

Los incendios en Australia probablemente contribuyeron a varios años de La Niña

MADRID
SERVIMEDIA

Los catastróficos incendios forestales declarados en Australia entre 2019 y 2020 contribuyeron que los océanos se enfriaron a miles de kilómetros de distancia y finalmente llevó al Pacífico tropical a un raro episodio de La Niña que duró varios años y desapareció recientemente.

Esa es la conclusión de un estudio dirigido por el Centro Nacional de Investigación Atmosférica (NCAR, por sus siglas en inglés), de Estados Unidos, y publicado este miércoles en la revista ‘Science Advances’.

“Mucha gente se olvidó rápidamente de los incendios australianos, especialmente cuando explotó la pandemia de la covid-19, pero el sistema de la Tierra tiene una larga memoria y los impactos de los incendios persistieron durante años”, según John Fasullo, autor principal del estudio.

La Niña no es infrecuente, pero es raro que ocurra durante tres inviernos consecutivos. El último episodio, que comenzó en el invierno de 2020-2021 y continuó hasta el pasado invierno pasado, fue el tercero del registro histórico, que comienza en 1950.

Este episodio fue inusual porque resultó ser el único que no siguió a un fuerte El Niño, esto es, un calentamiento en lugar de un enfriamiento en el Pacífico tropical con impactos climáticos similares, pero opuestos.

Los científicos han establecido previamente que episodios en el sistema de la Tierra, incluidas las grandes erupciones volcánicas en el hemisferio sur, pueden cambiar las probabilidades de que surja La Niña. En el caso de un volcán, las emisiones arrojadas a la atmósfera pueden formar partículas que reflejan la luz llamadas aerosoles, que pueden enfriar el clima y, en última instancia, crear condiciones favorables para La Niña.

Dada la escala masiva de los incendios australianos, que quemaron casi 19 millones de hectáreas, Fasullo y sus colegas se preguntaron qué impactos climáticos podrían haber tenido las emisiones resultantes.

SIMULACIONES

Los investigadores utilizaron un modelo informático avanzado. Todas las simulaciones comenzaron en agosto de 2019, antes de que los incendios en Australia fueran históricamente grandes, pero solo un conjunto incorporó las emisiones de los fuegos forestales observadas por satélite. El otro utilizó emisiones promedio de incendios forestales.

El equipo de investigación descubrió que las emisiones de los incendios forestales, que rápidamente rodearon el hemisferio sur, iniciaron una cadena de interacciones climáticas. A diferencia de una erupción volcánica, la mayor parte de las emisiones de incendios forestales no alcanzaron la altura suficiente en la atmósfera para enfriar el clima al reflejar directamente la luz solar.

En cambio, los aerosoles que se formaron a partir de las emisiones iluminaron las cubiertas de nubes en el hemisferio sur y especialmente frente a la costa de Perú, lo que enfrió y secó el aire en la región, y finalmente cambió la zona donde se unen los vientos alisios del norte y del sur. El resultado neto fue un enfriamiento del océano Pacífico tropical -donde se forma La Niña- durante varios años.

En junio de 2020, solo unos meses antes de que se formara La Niña, algunos pronósticos estacionales todavía pronosticaban condiciones neutrales de ese fenómeno climático en el Pacífico tropical, lo que significa que no se favorecía ni a La Niña ni a El Niño. En cambio, se materializó una fuerte La Niña de tres años.

(SERVIMEDIA)
10 Mayo 2023
MGR/clc