Greenpeace teme que se vuelva a repetir este verano la descoordinación entre administraciones que los ecologistas denunciaron en años anteriores y la destrucción de cientos de miles de hectáreas por el fuego.

Según denunció la organización ecologista, las medidas preventivas que las distintas administraciones deberían haber puesto en marcha en eneo no han entrando en funcionamiento hasta junio.

Los conservacionistas mantienen que, al retrasarse la puesta en marcha de medidas preventivas y debido a que, según sus datos, el 95 por ciento de los incendios son provocados por el ser humano, la única forma de reducir los daños que ocasiona el fuego es establecer un sistema de vigilancia efectiva y aplicar las sanciones legalmente establecidas sobre los que utilicen incorrectamente el fuego.

Por este motivo, Greenpeace también pidió a los ciudadnos que denuncien ante las autoridades competentes a los autores de actividades que pueden originar incendios.

Coincidiendo con la celebración, hoy, del Día Mundial contra la Desertización, la organización ecologista recordó que los incendios forestales constituyen uno de los principales factores desencadenantes de la desertización que está provocando el ser humano.