Según Greenpeace, el coste de restauración de una hectárea arbolada quemada es de 300.000 a 500.000 pesetas, a lo que hay que añadir los costes de la reparación del daño, que en 1994 fueron de 99.363 millones de pesetas.

Las pérdidas de 1994 han aumentado considerablemente con respecto l 93, ya que en este año las pérdidas primarias y medioambientales producto de los incendios fueron de alrededor de 30.000 millones de pesetas.

De las pérdidas totales, un 30% correponde a pérdidas primarias y el resto a los beneficios ambientales, cuyo 70% de haberse invertido previamente en las conservación de las masas quemadas "habrían evitado la gran tragedia ecológica, económica y social del año pasado", según Greenpeace.