LAS INCINERADORAS DE RESIDUOS CONTAMINAN LA ATMOSFERA,LOS ALIMENTOS Y LOS TEJIDOS HUMANOS, SEGUN GREENPEACE
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Las incineradoras de residuos peligrosos emiten al medio ambiente residuos químicos sin quemar, metales y productos derivados de una combustión incompleta que contaminan el medio ambiente, la cadena alimenticia y los tejidos y fluidos humanos, "incluyendo la leche materna", según un informe de Greenpeace.
Los ecologistas aseguran que todas estas sustancias contienen productos "sumamente tóxicos, persistentes y bioaumulativos", como furanos y dioxinas cloradas.
El informe ha sido elaborado por Pat Costner, profesor de la Saint Lawrence University de Nueva York, y Joe Thornton, ambos miembros del equipo de Investigación e Información sobre Tóxicos de Greenpeace USA.
Los investigadores norteamericanos mantienen que, si bien una incineradora correctamente diseñada y manejada debería ser capaz de transformar residuos hidrocarbonados en dióxido de carbono y agua solamente, en la práctica las que existen a escalaindustrial "están lejos de alcanzar este objetivo".
"Incluso bajo condiciones óptimas", agregan, "todas las incineradoras emiten residuos sin quemar y parcialmente quemados en los gases de la chimenea, cenizas u otros residuos".
Según las estimaciones de Costner y Thornton, una incineradora de tamaño medio que procesara 31.500 toneladas al año, podría emitir al aire, en el mejor de los casos, 31,5 toneladas de productos de combustión incompleta (PICs) y componentes orgánicos peligrosos.
Los ICs son nuevos contaminantes, formados a partir de residuos parcialmente quemados, que incluyen miles de sustancias químicas.
MAS TOXICOS QUE LOS ORIGINALES
La organización internacional cree que, en ciertos casos, estos productos son aún más tóxicos, persistentes y bioacomulativos que los residuos originales.
"En una incineradora de tamaño comercial", explican, "el total de PICs emitidos se estima entre 2,6 y 2.205 toneladas anualmente, dependiendo de la composición de los productos y de las cndiciones operativas".
Entre los compuestos presentes en los denominados productos de combustión incompleta, destacan, según el documento de los conservacionistas, los halocarbonos, que producen "cáncer, defectos de nacimiento, daños neurológicos y supresión inmunológica".
Las vías primarias de exposición en los seres humanos son la inhalación e ingestión de pescado contaminado, productos lácteos, carnes, huevos y cosechas expuestas a las emisiones.
El documento de Greenpeace añade que las psibles alteraciones o deficiencias que pueda sufrir la incineradora provocan el inmediato incremento de la emisión de sustancias sin quemar o parcialmente quemadas a la atmósfera.
"EMISIONES FUGITIVAS"
Asimismo, afirma que durante el almacenamiento, manejo y transporte de estos productos hay "emisiones fugitivas al aire, que son superiores o comparables a las emisiones en los gases de la chimenea".
Escogiendo de nuevo el ejemplo de una incineradora de tamaño medio que queme 31.500 toneladas al ño, los autores del informe estiman que recibe más de 1.500 camiones o contenedores anualmente, es decir, unos 28 por semana.
Además, matizan que "la incineración no destruye los metales, simplemente los redistribuye. Se han identificado al menos 19 metales (incluyendo mercurio, plomo y cadmio) en los humos de la chimenea, cenizas y otros restos de incineradoras de residuos industriales".
Costner y Thornton concluyen que los humos pueden emitir hasta un 50 por ciento de los metales más volátiles ue entran en la incineradora, incrementando "los niveles que circulan en la biosfera del planeta en cantidades potencialmente peligrosas".
"Los efectos demostrados de algunos de los 19 metales que está comprobado que son emitidos", dicen, "incluyen efectos cancerígenos, teratógenos y toxicidad para el sistema nervioso en dosis sumamente bajas".
(SERVIMEDIA)
05 Jun 1991
GJA