En el nuevo encuentro, continuará el proceso de negociación global de aplicación a todas las marcas y territorios donde opera el grupo en España, a través de una mesa que fue reclamada por CCOO y UGT a principios de enero para tratar cuestiones relativas al acuerdo de ámbito estatal alcanzado el pasado noviembre.

En su valoración de la primera reunión, CCOO resaltó como “primer resultado tangible y de mucha importancia” la aplicación desde enero de 2023 del anticipo a cuenta en provincias con los convenios bloqueados, ya que, a falta de un convenio estatal, las condiciones laborales y salariales de los trabajadores del grupo se rigen a nivel provincial, por lo que se pueden producir diferencias entre las 52 provincias.

En la reunión también se acordó la renovación para 2024 del incentivo de 1.000 euros para dependientas (600 euros en el caso de jornadas de menos de 24 horas semanales) logrado en el acuerdo del pasado mes de noviembre. Según CCOO, la empresa informó en la reunión de que se han cumplido objetivos “en el 99% de las tiendas” de cara al abono del importe en febrero de 2023.

Sobre la petición de extender y equiparar los pluses compensatorios, de beneficios o de grandes empresas que existen en diferentes convenios a toda la plantilla del grupo, el sindicato afirmó que la empresa ha mostrado “cierta disposición” a tratar del tema en próximas reuniones, pero ha advertido de la “imposibilidad de una equiparación total”.

Esta petición llegó en el marco del conflicto que mantuvieron la empresa y las dependientas de la provincia de A Coruña a finales de 2022. Pese a que el acuerdo estatal del mes de noviembre preveía el incremento de hasta 3.600 euros en 2024 del plus de sede, la CIG (Confederación Intersindical Galega) mantuvo las protestas hasta lograr el compromiso de la empresa de incrementar el salario de las trabajadoras de las tiendas gallegas en un 25%.

Precisamente, pocos días después el sindicato Confederación General del Trabajo (CGT), que durante el conflicto en Galicia había apoyado las reivindicaciones de CIG, convocó junto a USO a las dependientas de Zara y Pull&Bear a una huelga para el pasado 7 de enero reclamando incrementos similares a los que la empresa se había comprometido en su provincia de origen para todo el personal de tienda del país. Fue entonces cuando CCOO y UGT, que no secundaban la huelga, convocaron la mesa para reclamar “medidas globales” que afectasen a todas las tiendas y marcas del grupo.

En la primera reunión también se abordó la mejora en el sistema de participación en ventas y beneficios en cada marca. CCOO destacó que se realizará un “análisis global” y que el mínimo garantizado será de 1.000 euros para los responsables.

En sus reivindicaciones, CCOO también reclama la equiparación de mejoras sociales, partiendo de las que actualmente están recogidas en algunos acuerdos a nivel de marcas o territorios, como los 400 euros por nacimiento o adopción, los 60 euros por matrimonio y/o pareja de hecho o los 175 euros al mes por familiar a cargo.

CGT DENUNCIA EXCLUSIÓN

El sindicato convocante de la huelga en Madrid, CGT, no está presente en la mesa. En declaraciones a Servimedia, su responsable sindical para Zara en Madrid, Aníbal Maestro, indicó que los sindicatos mayoritarios no le generan “ruido” a la empresa y que sus exigencias de cara a la negociación se sitúan “muy por debajo” de lo que reclama CGT. Concretamente, el sindicato reclama una subida salarial de 500 euros al mes y de 250 euros en el caso de las trabajadoras con jornadas de menos de 15 horas semanales.

Maestro criticó sobre su ausencia en la mesa que, pese a que CGT es el sindicato mayoritario en Madrid en las tiendas de Zara, Lefties y Pull&Bear y el segundo a nivel autonómico en todo el grupo, el formato de la mesa, convocada para tratar cuestiones a nivel estatal, permite dejar fuera al sindicato.

En el documento dirigido desde Inditex a CGT al que ha tenido acceso Servimedia, la empresa señala que “no existe objeción alguna” por su parte para que participe en la mesa, pero apunta que su “falta de legitimidad” impide a Inditex imponer su presencia “unilateralmente”, por lo que tendrán que contar con el beneplácito de CCOO y UGT para ello.

El sindicalista lamentó que los sindicatos mayoritarios se han puesto “de perfil” después de que CGT les haya hecho llegar un burofax reclamando su presencia, por lo que no estarán presentes en la mesa. A preguntas de Servimedia, UGT no dio una respuesta sobre si tenía intención de aceptar la participación de CGT.