Medio ambiente

Indonesia concentra más de la mitad de la deforestación tropical por la minería industrial

- Según la primera evaluación del impacto industrial en los bosques tropicales en 20 años

MADRID
SERVIMEDIA

El 58,2% de la deforestación tropical causada directamente por las actividades mineras industriales se concentra en Indonesia, si bien Brasil, Ghana y Surinam también sufren pérdidas importantes.

Así se desprende de la primera evaluación del impacto de la industria minera en los bosques tropicales entre 2000 y 2019, publicada este lunes en la revista ‘Proceedings of the National Academy of Sciences’.

Los investigadores superpusieron las coordenadas geográficas de las minas industriales en funcionamiento entre 2000 y 2019 con datos de pérdida de bosques en ese periodo.

Los datos cubrieron 26 países, que representan el 76,7% de la deforestación tropical total observada entre 2000 y 2019. La extracción de carbón en la provincia de Kalimantan Oriental impulsó la deforestación relacionada con la minería en Indonesia.

La deforestación por la extracción de oro y mineral de hierro en el estado brasileño de Minas Gerais era claramente visible en los datos satelitales, mientras que la extracción de bauxita y oro predominaba en Ghana y Surinam.

La minería industrial también tuvo impactos indirectos generalizados en la deforestación. Más de dos tercios de los países estudiados tenían, dentro de los 50 kilómetros de las áreas designadas para minas, tasas más altas de deforestación que no estaban relacionadas con otros factores.

"Ante la creciente demanda de minerales, en particular de metales para energías renovables y tecnologías de movilidad eléctrica, las políticas gubernamentales y de la industria deben tener en cuenta los impactos directos e indirectos de la extracción", apuntó Anthony Bebbington, profesor de Medio Ambiente y Sociedad en la Facultad de Geografía de la Universidad de Clark (Estados Unidos).

PUNTO MÁXIMO

Para Indonesia, Brasil y Ghana, la deforestación tropical a causa de la minería industrial alcanzó su punto máximo entre 2010 y 2014, pero continúa en la actualidad.

La minería del carbón en Indonesia, en particular, se duplicó en este periodo de tiempo a medida que la producción creció para igualar la mayor demanda de China e India. El alcance de la destrucción de los bosques en el país se destacó en el estudio, especialmente en Kalimantan Oriental, que perdió un 19% de su cubierta arbórea en las últimas dos décadas.

Esa provincia indonesia, el centro de la minería del carbón para el país, alberga el sitio de construcción de la futura capital nacional, Nusantara, una ciudad que se está construyendo donde una vez hubo una plantación de madera y un bosque tropical antes de eso.

IMPACTO AMBIENTAL

El estudio apunta a la necesidad de declaraciones de impacto ambiental y otros requisitos de permisos para la minería industrial con el fin de incluir un alcance geográfico más amplio que aporte más territorio fuera del área de concesión del proyecto.

Las solicitudes de nuevos proyectos mineros tampoco deben examinarse de forma aislada y es necesario considerar los impactos acumulativos de otros proyectos, como los desarrollos agrícolas, según los autores del estudio.

“Existe una amplia gama de daños ambientales causados ​​por las operaciones mineras además de la deforestación, incluida la destrucción de ecosistemas, la pérdida de biodiversidad, la interrupción de las fuentes de agua, la producción de desechos peligrosos y la contaminación”, indicó Stefan Giljum, autor principal del estudio y profesor asociado en el Instituto de Economía Ecológica de la Universidad de Economía y Empresa de Viena (Austria).

Hariadi Kartodihardjo, profesor de Política Forestal en la Universidad Agrícola de Bogor (Indonesia), añadió: “Aunque la deforestación total de Indonesia ha disminuido anualmente desde 2015, estos hallazgos enfatizan la necesidad continua de una sólida planificación del uso de la tierra para garantizar que la minería no destruya los bosques ni viole los derechos de la comunidad”.

Investigaciones anteriores en la Amazonía brasileña han demostrado que reconocer y hacer cumplir los derechos de propiedad colectiva de los pueblos indígenas y las comunidades locales es una de las formas más efectivas de prevenir la deforestación, ya que la deforestación en sus territorios es significativamente menor que en lugares administrados por otros gobiernos o entidades privadas.

(SERVIMEDIA)
12 Sep 2022
MGR/mjg