Desde 1988, el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat), la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa), la Univrsidad Politécnica de Cataluña, la Comisión de las Comunidades Europeas y otros centros de investigación de Francia y Gran Bretaña trabajan en un proyecto sobre migración de radionucleidos en formaciones graníticas en el laboratorio de El Berrocal.

Sin embargo, Greenpeace, la Asociación Ecologista de Defensa de la Naturaleza (Aedenat) y la Comisión Anticementerio Nuclear de Berrocal, integrada por alcaldes y vecinos de la comarca, realizaron una serie de movilizaciones, por considerar que el objetivo el Gobierno es estudiar la posibilidad de instalar un cementerio de residuos nucleares.

El secretario general de la Energía y Recursos Minerales del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, Ramón Pérez Simarro, negó ante el Gobierno de Castilla-La Mancha esa opción e insitió en que las investigaciones tienen un objetivo exclusivamente científico.

Pérez Simarro aseguró al Ejecutivo regional que los estudios finalizarán en 1995 y que las actividades que se están desarrollando en El Berrocal no lterarán el equilibrio ecológico de la zona.