Esta encuesta, realizada en abril, revela un sentimiento de generalizado pesimismo en cuanto a la evolución del empleo en todos los paises de la Comunidad, de manera qe las respuestas negativas fueron globalmente un 17 por ciento más numerosas que las positivas.

En el caso de España, las contestaciones negativas superaron en un 15 por cien a las positivas, y mostraron una clara tendencia al empeoramiento en relación a la anterior encuesta, realizada en enero de este año.

Además, las empresas industriales españolas muestran uno de los niveles más bajos de utilización de la capacidad productiva, que se situaba en abril en el 77,3 por ciento, frente al 81,1 por cen de la media comunitaria.

Este es un indicador clave para evaluar si puede haber una recuperación del empleo a corto plazo, dado que cuando la capacidad productiva utilizada es baja, las empresas agotan primero los márgenes de que disponen antes de contratar nuevos trabajadores.

Sólo España, Grecia (74,6), Irlanda (74,8) y Portugal (76,9) tenían su capacidad productiva utilizada por debajo del 80 por cien.