Así lo declaró hoy a Servimedia el secretario de Estado de Industria, Juan Ignacio Moltó, quien aseguró que "las aportaciones de empleo deben hacerse en I+D, es decir, centros de excelencia, y no tanto en cadenas de producción".

Moltó recalcó que no tiene ningún interés por participar activamente en la resolución del concurso, pero sí quiere que se tenga en cuenta el interés de la industria española fabricante de equipos de telecomunicaciones, sobre todo de las pymes.

En este sntido, dijo, hay pocas empresas nacionales con capacidad tecnológica en GSM, sistema en el que deberá operar la telefonía móvil (TMA) en España en los próximos años, pero sí cuentan productos punteros que deben exportarse con compromisos del consorcio que entre a operar en TMA en nuestro país.

Además, agregó, muchas de nuestras empresas lo que tienen es sobrecapacidad en sus líneas de producción, "y, por tanto, meter sólo más capacidad no interesa tanto como combinarla con personal y proyectos de altacualificación que le den peso específico al sector nacional de telecomunicaciones".

El secretario de Estado de Industria se felicitó de que al final se haya optado por un concurso en lugar de una simple subasta, como se había llegado a barajar, para adjudicar la licencia de segundo operador de móvil, pero expresó su preocupación por la posibilidad de que no se aprovechen las ventajas industriales.

A su juicio, "si no somos capaces de articular un mecanismo para aprovechar las ventajas industriale de este proceso, el viaje se habrá hecho en balde, porque al final se resolverá como si sólo se hubiera tratado de una subasta, ya que tanto la capacidad tecnológica de las ofertas como el precio a pagar no parecen ser motivo de preocupación para la Administración".

No obstante, Moltó dijo tener constancia de que la vertiente de los compromisos industriales que deben tener las ofertas es la que más se está teniendo en cuenta, en las conversaciones y acuerdos que en las últimas semanas protagonizan lo consorcios para fusionarse o reforzarse.