España mostró un repunte de sus precios del 2% en mayo al 2,3% en junio, y la OCDE lo hizo del 4% al 4,2%. La inflación española fue también inferior a la media del G7, que en el sexto mes del año se situó en el 2,6%.

La inflación española se situó lejos de las tasas más altas, que las concentraron Turquía (35%), Estonia (5%) y Colombia (4,8%). También contrastó con la tasa negativa de Costa Rica (-0,2%) y las reducidas de Suiza (0,1%) y Finlandia (0,2%). Entre los países europeos, la francesa fue inferior a la española (1%), al igual que la alemana (2%) y la italiana (1,7%).

La inflación subió en 21 de los 38 países de la OCDE, bajó en siete países -entre ellos, España- y permaneció estable en diez.