La población española pasó de 40.122.000 habitantes el 1 de enero del 2001 a 40.428.000 el 1 de enero del 2002, lo que supuso un aumento de 306.000 personas. Cinco de cada ses nuevos habitantes españoles fueron inmigrantes.

El ritmo de crecimiento de la población española dobló al comunitario (7,6 por 1.000 habitantes, frente a 3,9 por cada 1.000 habitantes). En cifras absolutas, ningún otro país registró un aumento semejante: en Alemania creció en 101.000 personas, en Italia en 174.000; en Gran Bretaña, en 212.000; y en Francia en 303.000.

El aumento de la población en España se debe al flujo de inmigrantes. Eurostat calcula que el 24% de la migración neta de la UE n el 2001, que ascendió a 1.050.000 personas, fue a parar a España, que captó, por tanto, alrededor de 250.000 nuevos inmigrantes.

A mucha distancia siguen a España en este capítulo Italia y Alemania, que absorbieron el 17% de la inmigración cada uno de ellos, y el Reino Unido, con otro 15%.

El conjunto de la Unión Europea vio incrementada su población de 377.988.000 a 379.449.000 personas, lo que representa un aumento de 3,9 habitantes por cada 1.000. España registró un aumento de 7,6 habitantespor cada 1.000, de los que 6,2 fueron inmigrantes y sólo 1,4 debidos a el incremento natural de la población por la diferencia entre los nacimientos y las muertes.

La tasa de natalidad española siguió entre las más bajas de la Unión Europea, con 10,1 nacimientos por cada 1.000 habitantes, sólo superior a la de Alemania, Italia y Austria, e igual a la de Grecia. La media de la Unión Europea fue de 10,6 nacimientos por cada 1.000 habitantes, y la tasa de natalidad más elevada se dio en Irlanda, con 14,6nacimientos por cada 1.000 habitantes, seguida de Francia (13,1) y Holanda (12,5).