En segundo lugar, se sitúa el paro, con el 40,7 por ciento, seguido de los problemas de acceso a la vivienda (30.3 por ciento), el terrorismo de ETA (18,9 por ciento), las dificultades económicas (17,1 por ciento) y la inseguridad ciudadana, que se sitúa en sexto lugar, con el 16,1 por ciento.

Cuando se pregunta a los encuestados por los problemas que más les afectan personalmente, la vivienda se sitúan en primer lugar (23,4 por ciento), seguido de el paro (20,1 por ciento), las dificultades económicas (19,9 por ciento) y la inmigración, que es uno de los principales problemas para el 15,4 por ciento.

Además, preguntados por la situación económica, el 24,4 por ciento dice que es buena o muy buena, frente al 27,8 por cien que la juzga mala o muy mala.

En cuanto a la situación política, el 16,6 por ciento la percibe como buena o muy buena, mientras que el 37,4 por ciento cree que es mala o muy mala.