En ese mismo periodo, los emigrantes españoles en el extranjero remitieron a nuestro país 68.820 millones de pesetas, un 19,7% más que entre enero y febrero del año pasado.

En consecuencia, esta rúbrica de la balanza de pagos arrojó un saldo positivo de 47.860 millones de pesetas, un 12,1 por ciento uperior al registrado en los dos primeros meses del año pasado.

Eso parece demostrar que, pese al crecimiento de la inmigración, España sigue siendo un país que se beneficia económicamente de la emigración.