La Clínica Universidad de Navarra (CUN) y el Hospital Universitario de Navarra (HUN) están llevando a cabo el ensayoclínico de la vacuna, que consta de tres fases. El equipo investigador mantiene abierto el proceso de inclusión de nuevos participantes, tras la aprobación de la Fase II por partede la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios. Hasta el momento, 49 pacientes participan en el ensayo clínico, que cuenta con la colaboración de la Asociación Española de Personas con Alergia a Alimentos y Látex (Aepnaa).

El cacahuete, según datos de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), es uno de los alimentos que más reacciones alérgicas graves provoca y una de las principales causas de anafilaxia inducida por alimentos, pudiendo llegar a ser mortal. En España, más de 200.000 personas padecen esta alergia mientras que, a nivel europeo, se estima que afecta a más de 11 millones de ciudadanos. Su presencia, cada vez más habitual como ingrediente o sazonador en productos procesados, ha aumentado la exposición a este fruto seco, especialmente entre los más pequeños.

Durante la Fase I del ensayo clínico, se ha administrado la vacuna oral INP20 a los pacientes participantes con resultados muy prometedores. En la actualidad no existe ningún tratamiento aprobado para las alergias alimentarias, una patología que afecta a más de 220 millones de personas en el mundo y que se ha convertido en la principal causa de muerte por anafilaxia entre adolescentes. “Estamos ante un avance de gran trascendencia en el abordaje de las alergias alimentarias. Esta vacuna no busca sólo reducir los síntomas, sino modificar la respuesta inmunológica del paciente desde la raíz. Si se confirman los resultados, estaremos ante un punto de inflexión en el tratamiento de estas patologías”, afirma la doctora Marta Ferrer, especialista del Departamento de Alergología de la CUN, que, junto con la doctora Ana Tabar, alergóloga e investigadora principal del estudio en el HUN, actúan como investigadoras principales del ensayo clínico.

Este tratamiento de nueva generación, desarrollado a partir de nanotecnología patentada por InnoUp Farma, ha sido diseñado específicamente para alcanzar las células del sistema inmunitario y regular su activación. "La clave está en reprogramar el sistema inmune del paciente para que deje de identificar las proteínas del cacahuete como una amenaza y pueda tolerarla sin desencadenar una reacción alérgica”, explica Maite Agüeros, CEO de la compañía y doctora en farmacia.

La nanotecnología aplicada a la medicina tiene como objetivo optimizar la acciónde los fármacos y moléculas activas, que por sí mismas no son capaces de alcanzar su nivel máximo de actividad. InnoUp Farma encapsula en nanopartículas de aproximadamente 200nm un extracto de cacahuete que contiene todas las proteínas alergénicas del mismo, enmascarando el efecto del alérgeno y provocando que el sistema inmune lo perciba de manera no agresiva.

La formulación se administra por vía oral y las nanopartículas, por su carácter bioadhesivo, se adhieren en la mucosa intestinal e interactúan de manera específica con las células del sistema inmune presentes en el intestino. Allí se generan una serie de marcadores que desarrollan una respuesta inmune a través de anticuerpos bloqueantes capaces de frenar la respuesta alérgica y, por tanto, desarrollando tolerancia al alérgeno. La administración diaria de la vacuna durante unos meses proporcionará una protección prolongada al paciente. Una vez finalizado el tratamiento, el mecanismo de acción de las nanopartículas permitirá obtener protección a largo plazo.

El éxito de la vacuna INP20 no solo ofrecerá una solución frente a la alergia al cacahuete, sino que también abrirá el camino hacia nuevos tratamientos para otras alergias alimentarias. “Formar parte de este ensayo representa una oportunidad real que ofrecerá un futuro con más opciones terapéuticas para millones de personas. Nuestro objetivo es ofrecer un tratamiento no invasivo que no solo proteja frente a reacciones graves, sino que permita vivir con mayor libertad y tranquilidad”, asegura la doctoraTabar, en un llamamiento a que un mayor número de personas alérgicas a este fruto seco participen en el estudio que en breve iniciará la Fase II.