Tras una investigación que abarca el periodo 1988-1993, el máximo órgano fiscalizador del Estad se expresa en términos muy críticos sobre el empleo que se hizo de una inversión total durante esos años de 5.316 millones de pesetas.

En su informe al Congreso de los Diputados, habla de "ineficacia" en el control del gasto, "bajo rendimiento" de los aparatos, "costes de mantenimiento" excesivos y mal control de la protección radiológica, entre otras deficiencias.

Sobre los precios pagados por los aparatos, se indica que no siguieron una evolución homogénea, y en el caso concreto de los equiposde tomografía axial "las oscilaciones de los precios han llegado a ser especialmente importantes".

Además, el coste total anual del mantenimiento de estos equipos fue "muy elevado" (el 12 por ciento de su precio de adquisición), "superando con creces el que la propia Dirección General del Insalud considera necesario para conservar un nivel adecuado en la infraestructura técnica de los equipos de un centro hospitalario, entre el 5 y el 7 por ciento de su valor".

La fiscalización subraya también qu se han constatado numerosas desigualdades en la cobertura a la población de estos tratamientos, determinadas por la diferencia de rendimiento de los equipos, el tiempo de espera o demandas clínicas inadecuadas.

TIEMPO "EXCESIVO"

La resonancia magnética fue la exploración más común de todas las que se practicaron con alta tecnología en las unidades de diagnóstico por imagen. Sin embargo, el tribunal señala que la inversión para este aparato fue insuficiente, a pesar de la gran demanda, mientras que e dedicó más dinero a otras técnicas de menor demanda como la angiografía por sustracción digital y la gammagrafía.

Respecto a los procesos de contratación de las obras de instalación de los equipos, destaca que el tiempo medio transcurrido desde la fecha de adquisición de éstos hasta su puesta en funcionamiento "ha sido a todas luces excesivo, con una media de 539 días para el conjunto de hospitales de la red del Insalud, lo que supone la existencia de recursos ociosos y es una muestra de ineficacia or parte de la Dirección General del Insalud en la planificación".

En relación con la citación de pacientes, el informe dice que en todos los hospitales fiscalizados, excepto en el Clínico Universitario de Valladolid, ésta se hizo directamente por los servicios de diagnóstico, "al margen de los servicios de admisión que deben centralizar la citación".

El tribunal también manifiesta que los hospitales analizados no realizaron controles para garantizar la calidad asistencial de las exploraciones, dsoyendo el real decreto que regula esta materia.

En el epígrafe de recomendaciones, el Tribunal de Cuentas aconseja por ejemplo al Insalud que vele mejor por el control en la compra de material y que planifique mejor la adquisición de los equipos, para adecuarla al proceso de contratación de las obras de instalación y puesta en funcionamiento.