El IPF aseguró en un comunicado que la reforma propuesta, a la que criticó por su marcado carácter "continuista", "no sólo insiste en la política antifamiliar del anterior IRPF, sino que refuerza la injusticia para con esta institución".

Entre las conclusiones que este instituto incluye en el informe que ha elaborado para analizar dicho anteproyecto de ley destaca, en primer lugar, la calificación de "ficticio" del aumento del mínimo por descendientes para menores de tres años de 1.200 a 1.400 euros anuales, ya que "simplemente aplica la inflación, mientras que la cantidad real permanece casi constante", indicó.

"Los reiterados anuncios sobre las numerosas mejoras que aparentemente produce la nueva reforma se puedan considerar mínimos e insuficientes, siendo más propios de una actualización y adaptación del IRPF que una autentica reforma", señala el informe.

Además, destacó que la norma "continuará discriminando entre familias con la misma renta familiar, simplemente en función de quien obtiene los ingresos" ya que, según argumenta, una familia con dos hijos en la que sólo uno de los cónyuges realiza un trabajo renumerado pagará más IRPF que otra familia sin hijos y los mismos ingresos obtenidos entre ambos cónyuges.

Esta reforma, según el IPF, "no sólo va a cambiar poco la actual situación de injusticia para la familia, sino que la va a remarcar y profundizar en la orientación individualista y antifamiliar del IRPF actual, agravándola sobre todo a aquellas familias en las los ingresos provienen de un único preceptor".

"Desde el Instituto de Política Familiar reclamamos una auténtica y verdadera reforma del IRPF realizada con perspectiva de familia, en la que se considere la capacidad económica real de la familia y sus funciones sociales, y no mantenga el modelo actual injusto que la penaliza", concluyó.