Pensiones

El Instituto Santalucía pide “no esperar al último momento para evitar sorpresas” en la edad sénior

MADRID
SERVIMEDIA

El Instituto Santalucía destaca la importancia de “no esperar al último momento para evitar sorpresas” cuando se alcanza la edad sénior, que comienza a partir de los 55 años, y defiende que “la clave” está en “ordenar los recursos para satisfacer las necesidades vitales” que puedan surgir.

“Deberíamos situar esta preparación para la vida sénior, y especialmente para la jubilación, a un nivel cercano al que todos situamos la preocupación por el futuro de las pensiones”, declaró el director del Instituto Santalucía, José Manuel Jiménez, entidad que acaba de publicar la ‘Guía para la (buena) vida sénior’, realizada en colaboración con LoRIS.

En España, el colectivo sénior está constituido por 16 millones de personas, una tercera parte de la población total del país y, según los últimos datos del INE publicados esta semana, todavía tienen por delante, de media, una esperanza de vida de casi 29 años cuando llegan a esa edad.

Así, el Instituto Santalucía indicó que “la etapa sénior conlleva un cambio en el orden de importancia de nuestras necesidades vitales. Desde relaciones profundas hasta una salud vibrante, pasando por el bienestar financiero hasta el enriquecimiento personal”. El documento establece que las seis dimensiones más importante para estas personas son la formación, el trabajo, el ocio, los recursos, las relaciones sociales y personales y la salud.

Los 55 años representan para la mayoría de los trabajadores el cénit de su carrera laboral y el inicio de una vida, a priori, sin cargas (hipoteca o hijos, por ejemplo). En este sentido, la guía indica que la clave para la consecución de una buena vida sénior consiste, básicamente, en “ordenar los recursos para satisfacer las necesidades vitales, que son muy variadas”.

Éstas tienen que ver con la formación, muchas personas sénior necesitarán renovar sus cualificaciones para seguir en el ambiente laboral unos lustros más; las soluciones residenciales con fórmulas como la vivienda compartida cuando se requieran cuidados de larga duración; la planificación financiera y las relaciones personales, o la prevención de la soledad no deseada, entre otras.

Entre los consejos para la consecución de una buena vida sénior, la Guía destaca la prolongación de la vida laboral y la posterior jubilación. “En España, la prolongación de la vida laboral tiene premio en forma de relevantes complementos de pensión, incluso por encima de la máxima. Además de facilitar la constitución de un ahorro de última hora nada despreciable cuando la vida previa de un individuo no ha sido suficiente en ese sentido”, añadió el Instituto.

A su juicio, esta prolongación, además, puede hacerse también compatibilizando la pensión con los ingresos laborales y “esta compatibilidad se encamina, a pesar de las apariencias, hacia la recuperación plena del importe de la pensión, no al 50% que se obtiene en la actualidad”.

“La vida sénior, en fin, es un viaje lleno de posibilidades. La preparación para esta etapa que, en buena medida, gira alrededor de la jubilación no debería ser una idea lejana o una preocupación tardía, sino que deberíamos abrazarla con el mismo ímpetu con el que cuidamos y miramos por nuestras pensiones”, enfatizó esta organización.

(SERVIMEDIA)
26 Nov 2023
DMM/clc/pai