A lo largo de estajornada, las incidencias negativas más importantes se concentraron en varias carreteras y puertos en Castilla y León y Aragón, que quedarson bloqueados por la nieve.

En Burgos, la carretera N-232 entre Incinillas y Soncillo acabó sepultada por las nevadas, mientras que los vehícilos tuvieron que circular con cadenas entre Cubos de Bureba y Soncillo, en Páramo de Masa y en las N-627 y en la 629, en toda la provincia burgalesa.

Otras zonas y puertos castellanos afectados fueron la N-621, entre Crémnes y Llánabes, y la N-625 entre Riaño y el cruce de la posada de Baldeón, en León. Asimismo, la N-630 entre Venta La Tuerca y límite provincia leonesa con Asturias; y, en Soria, Piqueras.

Aragón fue otra comunidad que recibió las nevadas más copiosas sobre todo en las localidades turolenses de Esquinazo, Sanjús, Ballón y Minguez, que resultaron bloquedas, mientras que en Las Traviesas fue necesario usar cadenas.

En cuando a Zaragoza, los principales problemas se concentraban en la carretera N-33, en los llanos de Mainar, donde la situación persistía a última hora de esta tarde.

Según informó la Dirección General de Tráfico, también Pajares, en Asturias; y Pozafal, El Escudo y Los Tornos, en Cantabria, estuvieron cerrados parcialmente al tráfico.

Asimismo, la Dirección General de Protección Civil recomendó a los esquiadores que se abtengan de visitar los puertos de montaña de la zona norte, por lo imprevisible de las nevadas.

El viento también causó caídas de árboles en numerosas loalidades de Asturias, Cantabria, Euskadi, Navarra y Aragón. En Madrid, los bomberos de la CAM multiplicaron por cuatro sus salidas, según informaron a esta agencia fuentes del cuerpo.

En la zona centro, los bomberos tuvieron que trabajar intensamente para retirar numerosos árboles caidos, cornisas, postes y ramas partidas que afectaban a algunas calzadas y carreteras.

Respecto al estado de la mar, los fuertes vientos incidieron negativamente sobre gran parte de la flota de pesca de bajura del Medterráneo y zona Atlántica, mientras que toda la flota del Cantábrico permaneció amarrada.