Los hechos, según ha podido saber AragónPress, sucedieron cuando una patrulla de motoristas de la Policía Local observó una furgoneta de tipo cajón con capacidad para unos 4.000 kilos de mercancía en la calle Valle de Broto sobre las 9.15 horas del 10 de abril y le dio el alto para proceder a su inspección.

Al comprobar lo que transportaba el vehículo, los agentes comprobaron que se trataba de alimentos perecederos que deberían ir congelados a una temperatura estipulada por ley y que sin embargo, estaban a 0º grados. Esto implica que esos alimentos pueden afectar a la salud pública, por lo que la Policía puso de inmediato conocimiento al departamento de Salud de la DGA.

Fueron los técnicos de inspección del servicio veterinario del Gobierno de Aragón quienes comprobaron que esos alrededor de 300 kilos de alimentos no se transportaban a la temperatura que debieran, que se sitúa en torno a los -18º grados centígrados para productos congelados.

Al no transportarse en las condiciones reglamentarias, se procedió al decomiso y destrucción de los alimentos. Una vez finalizada la actuación, la furgoneta pudo continuar transportando el resto de productos y elementos que funcionaban bien y con la pertinente denuncia administrativa.