Según informó este jueves la Policía, la investigación se inició a principios de junio gracias a una comunicación de la Oficina Antiestupefacientes de la Dirección Nacional de la Policía Judicial francesa sobre la actividad de una organización hispano-marroquí dedicada a introducir grandes cantidades de hachís en Europa.

Los investigadores lograron identificar el camión articulado y el puerto marroquí desde donde partiría hacia España. La organización criminal eligió la ruta de Almería por el constante flujo de camiones con productos agrícolas que facilita el paso inadvertido de alijos.

Una vez en territorio español, el tráiler realizó numerosas maniobras por toda la provincia almeriense para eludir la vigilancia policial hasta introducirse en una nave industrial. Al inspeccionar el remolque, los agentes encontraron varios palés con sandías al principio y final del mismo, y entre ellos numerosos fardos de hachís de diferentes tamaños.

INGENIOSA OCULTACIÓN

Los investigadores descubrieron que los delincuentes habían fabricado falsas batatas para ocultar parte del estupefaciente y así pasar desapercibidos durante el transporte. Esta táctica demuestra la sofisticación de los métodos empleados por las organizaciones criminales.

La operación se desarrolló gracias a la estrecha colaboración entre la Policía Nacional, la Dirección Nacional de la Policía Judicial francesa y la Dirección General de Seguridad Nacional de Marruecos, evidenciando la importancia de la coordinación internacional en la lucha contra el narcotráfico.

El dispositivo policial culminó con la detención de cinco hombres, entre ellos el conductor del camión y los encargados de la custodia de la droga. Los arrestados están acusados de pertenencia a organización criminal y tráfico de drogas.

TODOS EN PRISIÓN

La autoridad judicial decretó el ingreso en prisión de los cinco detenidos tras tomarles declaración. La investigación ha permitido desarticular una importante ruta de entrada de hachís en Europa a través del puerto de Almería.

Los arrestados aprovechaban el intenso tráfico de vehículos que transportan productos agrícolas para intentar pasar inadvertidos. La droga solía ser almacenada en zonas rurales antes de su distribución final.

Esta intervención supone un duro golpe al tráfico de drogas entre Marruecos y Europa, demostrando la eficacia de la cooperación policial internacional en la lucha contra las organizaciones criminales dedicadas al narcotráfico.