Clima

Las inundaciones mortales de Libia fueron hasta 50 veces más probables por el cambio climático

- Y hasta 10 veces las de Grecia, Bulgaria y Turquía, según un estudio

MADRID
SERVIMEDIA

El calentamiento provocado por el ser humano hizo que las recientes lluvias torrenciales con inundaciones considerables y mortales en amplias zonas del Mediterráneo fueran hasta 10 veces más probables Grecia, Bulgaria y Turquía, y hasta 50 veces en Libia.

Además, la construcción en llanuras aluviales, el mantenimiento deficiente de las presas y otros factores locales convirtieron estos recientes episodios de clima extremo en una desastrosa situación humanitaria, según un análisis realizado por un equipo internacional de 13 climatólogos del grupo World Weather Attribution (WWA), pertenecientes a universidades y centros de investigación de Estados Unidos, Grecia, Países Bajos o Reino Unido.

El análisis, difundido este martes, apunta que las fuertes lluvias de principios de septiembre en esas zonas se hicieron más probables debido al cambio climático resultante de las emisiones de gases de efecto invernadero.

El estudio también indica que la destrucción causada por las fuertes lluvias fue mucho mayor debido a factores que incluían la construcción en áreas propensas a inundaciones, la deforestación y las consecuencias del conflicto en Libia.

A principios de septiembre, una DANA (depresión aislada en niveles altos) que afectó a España y la tormenta Daniel, que se formó en el Mediterráneo oriental, provocó grandes cantidades de lluvia durante un período de 10 días en varios países, entre ellos España, Grecia y Bulgaria, Turquía y Libia.

“PUNTO CRÍTICO”

Las fuertes lluvias provocaron inundaciones masivas y causaron la muerte de cuatro personas en Bulgaria, cinco en España, siete en Turquía y 17 en Grecia.

El mayor desastre se produjo en Libia, donde las inundaciones provocaron el colapso de dos represas. Si bien el número exacto de víctimas aún no está claro, actualmente hay 3.958 muertes confirmadas solo en la localidad Derna y 170 personas en otras partes del país, y más de 10.000 personas siguen desaparecidas.

“El Mediterráneo es un punto crítico de peligros impulsados por el cambio climático. Tras un verano de devastadoras olas de calor e incendios forestales con una huella muy clara del cambio climático, cuantificar la contribución del calentamiento global a estas inundaciones resultó más difícil. Pero no hay ninguna duda de que reducir la vulnerabilidad y aumentar la resiliencia a todo tipo de condiciones climáticas extremas es fundamental para salvar vidas en el futuro”, apuntó Friederike Otto, del Instituto Grantham - Cambio climático y Medio Ambiente del Imperial College de Londres (Reino Unido).

Para cuantificar el efecto del cambio climático sobre las fuertes lluvias en la región, los científicos analizaron datos climáticos y simulaciones de modelos informáticos para comparar el clima actual -tras 1,2 grados de calentamiento global desde finales del siglo XIX- con el del siglo XIX siguiendo métodos revisados por pares.

TRES REGIONES

Los científicos dividieron su análisis en tres regiones: Libia (sobre todo en la parte noreste del país, donde cayó la mayor parte de las precipitaciones); Grecia, Bulgaria y Turquía (el trabajo se centra en las precipitaciones máximas durante cuatro días consecutivos) y España (la mayor parte de la lluvia cayó en unas pocas horas).

Para Libia, los científicos descubrieron que el cambio climático causado por el hombre hizo que el episodio fuera hasta 50 veces más probable, con hasta un 50% más de lluvia durante el periodo debido a las emisiones de gases de efecto invernadero causadas por el ser humano. Ese fenómeno sigue siendo extremadamente inusual y solo se puede esperar que ocurra una vez cada 300 a 600 años en el clima actual.

Para Grecia, Bulgaria y Turquía, el análisis mostró que el cambio climático hizo que las lluvias intensas fueran hasta 10 veces más probables, con hasta un 40% más de lluvia por las actividades humanas que han calentado el planeta. Para esta gran región, el fenómeno es ahora razonablemente común y se puede esperar una vez cada 10 años, lo que significa que tiene un 10% de posibilidades de ocurrir cada año.

Para Grecia central, donde tuvieron lugar la mayoría de los impactos, el evento es menos probable y solo se espera que suceda una vez cada 80 a 100 años, lo que equivale a una probabilidad de entre un 1% y un 1,25% de ocurrir cada año.

En España, los científicos estimaron que se esperan lluvias intensas una vez cada 40 años, pero no pudieron realizar un análisis de atribución completo, ya que los modelos climáticos disponibles representan mal las precipitaciones intensas en escalas de tiempo más cortas que un día.

Un hallazgo clave del estudio es que los grandes impactos observados en algunas de las regiones fueron causados por una combinación de alta vulnerabilidad de la población y su exposición a las lluvias torrenciales.

En la zona afectada de Grecia central, la mayoría de las ciudades y comunidades y gran parte de las infraestructuras se encuentran en zonas propensas a inundaciones. En Libia, una combinación de varios factores contribuyó al desastre, como un conflicto armado de larga duración, la inestabilidad política, posibles fallas de diseño y un mantenimiento deficiente de las represas.

“Existen soluciones prácticas que pueden ayudarnos a evitar que estos desastres se conviertan en rutinarios, como una gestión de emergencias reforzada, mejores pronósticos y sistemas de alerta basados en el impacto, e infraestructura diseñada para el clima futuro”, subrayó Julie Arrighi, directora del Centro Climático de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja.

(SERVIMEDIA)
19 Sep 2023
MGR/gja