El profesor Timothy D. Brewrton, que participó en la investigación, mantiene que el estudio demuestra que la mayor parte de las mujeres que sufren bulimia comienzan a padecer la enfermedad tras someterse a dietas para adelgazar al menos seis kilo, sin lograr resultados positivos.

Brewerton y su equipo opinan que una restricción severa de calorías en la dieta conduce, en la mayoría de los casos, a una sensación de hambre insostenible y a la consabida ingesta excesiva de comida por parte de las afectadas. Así lo han podido observr en un grupo de 85 bulímicas estudiadas.

Por otra parte, los investigadores de Carolina del Sur han observado que el alcohol y la depresión son dos factores muy ligados a las mujeres que hacen dietas estrictas y que, inmediatamente después, ingieren grandes cantidades de alimentos.