En caso de confirmarse este avance, la inflación se habrá movido este año en una horquilla entre el pico más alto del 3,1% que tocó en octubre y el suelo del 2% registrado en mayo.

La inflación media del año contabiliza un 2,7%, una décima inferior a la del 2024.

Por su parte, la inflación subyacente (que excluye alimentos frescos y energía) abrochó 2025 en máximos del año, igualando el techo del 2,6% de noviembre. La media del indicador de este año se modera seis décimas sobre la de 2024 y termina en el 2,3%.

En la variación mensual, los precios de consumo registran en diciembre una tasa del 0,3% respecto al mes de noviembre, según el indicador adelantado.

CARBURANTES

El INE explica la desaceleración del IPC en diciembre principalmente por la bajada de los precios de los carburantes y lubricantes para vehículos personales, frente al incremento de diciembre de 2024.

También lo atribuye, aunque en menor medida, al coste de ocio y cultura, que sube, pero menos que en el mismo mes del año anterior.

Por su parte, influyeron al alza en los precios la inflación de los alimentos y bebidas no alcohólicas, que acelera más que en diciembre del año pasado.

Desde el Gobierno, fuentes del Ministerio de Economía pusieron énfasis en la referencia del 2,7% de media del IPC en 2025, con una décima menos que en 2024, atestiguando que “la inflación general continúa la senda de moderación” y “permitiendo que las familias sigan recuperando el poder adquisitivo”.

Por lo que se refiere a la inflación subyacente media, el departamento que dirige Carlos Cuerpo también destacó su contención en seis décimas sobre la del año anterior, hasta el 2,3%, “en línea con el objetivo del Banco Central Europeo”.