Eso hace que las respuestas de la política a los nuevos desafíos deba ser global y que, por ejemplo, las relaciones exteriores no sean ya una parte de la política, sino la esencia misma de cualquier proyect.

En consecuencia, señaló, quien base la política exterior y las relaciones internacionales en el unilateralismo, el uso de la fuerza y la negativa al diálogo y la cooperación, "está perdiendo el futuro".

En este contexto, denunció como "profundamente negativo que el Gobierno de España se sume como fuerza ocupante en Iraq y consume así un nuevo error histórico, como fue ya esa guerra sin cooperación, sin diálogo y al margen de la interdependencia de los pueblos".

Reiteró, en este sentido, qu el futuro de la política exterior es un orden internacional guiado por la democracia, la legalidad, el fortalecimiento de Naciones Unidas, el respeto a todas las civilizaciones y culturas y la implicación de las instituciones del mundo en una globalización más justa que garantice las oportunidades de los países que aún padecen subdesarrollo.