Marín explicó en una rueda de prensa que ya ha comenzado a producirse "lo que era inevitable", la salida a la luz a través de los medios de comunicación de negociaciones durante los últimos años, hasta hace apenas tres meses, para que empresas españolas accedieran a prospecciones petrolíferas en Irak.

Echando mano de los diarios de sesiones delCongreso de los Diputados, Marín recordó que la diplomacia española siempre fue favorable al programa "petróleo por alimentos", respaldado en ello por todos los grupos parlamentarios.

Concluyó, por tanto, que la contrastación de fechas y argumentos y lo largo del tiempo proporciona pruebas de que el Gobierno español tuvo "hasta hace muy poco" una posición muy diferente de la defendida en las últimas semanas y, en especial, ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

Lo que "choca" al PSOE, eplicó Marín, es que el Gobierno justifique ante el Parlamento y ante la opinión pública su respaldo a una intervención militar diciendo "que esto es una cuestión de principios, que no somos conscientes de los riesgos del régimen iraquí, que Sadam Husein es un tirano, que sin duda lo es, que es una personalidad que no merece respeto y no lo merece".

"Queremos que el Gobierno aclare por qué, si esto es así, el mismo Gobierno ha estado facilitando la aproximación comercial con el régimen iraquí, tan detetable, durante los últimos cuatro años".

Para aclararlo, los socialistas han pedido la convocatoria urgente de una sesión de la Comisión de Economía del Congreso de los Diputados en la que comparezca el vicepresidente segundo, Rodrigo Rato.

AL PARLAMENTO ANTES QUE A LA ONU

Los socialistas consideran necesario también que la ministra de Exteriores, Ana Palacio, acuda al Parlamento antes de participar en la próxima reunión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

En este punto, Marín lamntó que algunos países, entre ellos Gran Bretaña, hayan esbozado ya su posición ante el Consejo, que los socialistas ven más flexible que la defendida en la última sesión, y que el Gobierno español no haya apuntado aún nada de lo que puede ser su posición.

Manuel Marín respondió también a los duros reproches lanzados por CiU después de que los socialistas catalanes criticaran duramente el respaldo de esta formación a la resolución defendida por el PP en el pleno del pasado martes.

Comenzó precisado que sus relaciones con CiU son "magníficas" y, especialmente, con su "colega" Ignasi Guardans, autor de los reproches. Sin darle más importancia a la secuencia de críticas, Marín inscribió lo sucedido en la "delicada" situación que vive la formación de Jordi Pujol en Cataluña, presionada por el PP de esta comunidad y con un incierto futuro electoral.

Esta situación llevo a CiU, según la tesis de Marín, a protagonizar en el pleno del pasado martes "un ejercicio de equilibrio", respaldando al mismo tempo la resolución del PP y el texto redactado por toda la oposición, algo de "difícil explicación" a la opinión pública.