Los hechos, según explicaron a Servimedia fuentes socialistas, ocurrieron poco antes de mediodía, cuando un grupo de estudiantes del instituto "Miguel Catalán", de la localidad madrileña de Coslada, se disponía a visitar las instalaciones del Congreso de los Diputados.

Ua de las estudiantes llevaba en la solapa una pegatina contraria a la guerra, y los servicios de seguridad de la Cámara, siguiendo instrucciones del comisario, según aseguran los socialistas, conminaron a la joven a quitarse la pegatina para poder entrar.

Después de una discusión dialéctica entre la joven y sus compañeros, que iban acompañados de una profesora del centro, y los servicios de seguridad, la estudiante accedió a quitarse la pegatina, y pudo entonces acceder al Congreso.

El argumento sgrimido por los servicios de seguridad es que no se permite la entrada en el Congreso de los Diputados a ninguna persona que porte medio o utensilio alguno del que se pueda servir para alterar el orden dentro de la Cámara.

Estos criterios se endurecen al máximo en días de pleno y con las personas que solicitan acceso a la tribuna de invitados, ya que se intenta preservar el orden de las sesiones.

Sin embargo, los socialistas consideran desproporcionado que se impida la entrada a una estudiante pr llevar una pegatina, y más en un día como hoy, en el que no hay sesiones plenarias y, por tanto, estas medidas se suelen flexibilizar.

Por todo ello, Amparo Rubiales ha pedido explicaciones en la reunión de la Mesa del Congreso de los Diputados para conocer exactamente las razones esgrimidas por los servicios de seguridad y su motivación.