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ISRAEL DENUNCIA QUE SIRIA SIGUE ARMANDO A HEZBOLÁ SIN QUE LAS TROPAS DE LA ONU TENGAN MANDATO PARA INTERVENIR

MADRID
SERVIMEDIA

El embajador de Israel en España, Victor Harel, denunció hoy que Hezbolá sigue recibiendo armamento de Siria, y lamentó que las tropas internacionales enviadas por la ONU no puedan intervenir para evitarlo, ya que su mandato es "limitado" en ese sentido.

Harel intervino en un encuentro informativo organizado en la oficina de la Comisión Europea en Madrid, para exponer la visión israelí de la situación actual en Oriente Medio.

Aseguró que Israel tiene "pruebas fehacientes" de que Hezbolá ha recibido armamento de Siria y a día de hoy sigue sin saberse quién tendrá la responsabilidad de desarmar a un grupo terrorista que lleva años azotando el norte de Israel con sus misiles.

Hezbolá sigue armado, explicó, "y sin haber abandonado el sueño" que llevó a atacar Israel, "la desaparición de la entidad sionista".

Pese a las limitaciones de la misión de la ONU, Harel celebró el envío de tropas internacionales, también las españolas, y dejó claro que han ido a ayudar a Líbano a asumir sus propias competencias sobre su territorio, "no a defender a Israel". Nunca la defensa de Israel ha estado en manos ajenas a su propio ejército, sentenció, "y nunca lo estará".

"CUESTE LO QUE CUESTE"

La lógica de la actuación de Israel, explicó el embajador, no se entiende sin tener en cuenta que su extensión equivale apenas al de la Comunidad Valenciana, sin lo que los estrategas militares llaman "profundidad" de defensa, y en medio de un mar islámico "cada vez más fundamentalista" y hostil a un "hueco judío".

Recordó que a lo largo de la historia ese hueco tampoco ha existido en ningún otro lugar del mundo, y por eso Israel defenderá su identidad como hogar judío "cueste lo que cueste".

"No tenemos otro hogar judío, no tenemos otra patria judía", y si los israelíes tienen que luchar contra el terrorismo islámico o contra una amenaza más seria, "lo haremos". "Ahí estamos para quedarnos, y ningún fundamentalista islámico nos va a borrar de la faz de la tierra", aseguró.

Esa era una respuesta clara a las amenazas de "borrar Israel del mapa" lanzadas por el presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, al que Harel señaló como un peligro no sólo para Israel, que sufriría sus consecuencias en primer lugar, sino para todo Occidente.

Harel señaló la reciente prueba nuclear de Corea del Norte como prueba de la necesidad de "frenar" a Irán. La clave no es, dijo, el derecho de uno u otro país a tener armamento nuclear, sino que esté en manos de un gobierno "irresponsable internacionalmente, fundamentalista y antisemita", que ha proclamado reiteradamente su hostilidad a Israel.

Los israelíes, afirmó, "no seremos los primeros en introducir el arma nuclear en la región", pero también tienen claro que un Irán nuclear con Ahmadineyad al frente es "un peligro existencial" que no será tolerado a largo plazo. Hoy el problema es del mundo entero, y por eso "continúa la hora de la diplomacia".

Harel apenas habló de la relación de Israel con España, pero aseguró que los recientes viajes del ministro Miguel Angel Moratinos a Siria conciernen sólo a España y no existe ninguna mediación por iniciativa de Israel, que no mantiene ningún contacto con el régimen de Damasco.

EUROPA "CORTEJA" A SIRIA

Moratinos afirma que Siria debe ser parte de la solución en la región, pero Israel mantiene que Siria seguirá siendo parte del problema mientras no demuestre su desvinculación del terrorismo y Damasco no deje de ser "cuartel general" de los grupos terroristas.

El embajador de Israel considera que Siria está siendo "cortejada" por Europa, y alertó de que es el mismo régimen "intransigente" de siempre. Uno de sus objetivos, dijo, es "debilitar" a las autoridades de Líbano y, "si es posible, reemplazarlo".

Harel habló largo y tendido sobre la reciente guerra entre Israel y Hezbolá, para dejar claro que el conflicto no era contra Líbano, sino contra "un grupo terrorista enquistado en su territorio".

Para dejarlo claro, expresó su respeto por el primer ministro libanés, Siniora, entre otras cosas por su "valentía" al expulsar a Siria de su territorio, después de 35 años.

Subrayó también que durante el conflicto la población civil libanesa no fue evacuada pese a que Israel había advertido de que "aquello iba en serio", incluso con panfletos en árabe pidiendo a los civiles que salieran de las aldeas del sur.

Esos dos factores hicieron que Israel "se autolimitara" en el recurso de su fuerza. Pese a ello, y a pesar de la victoria proclamada por Hezbolá, Harel aseguró que este grupo terrorista ha recibido "un golpe tremendo" y la próxima vez "se lo pensará mil veces" antes de planificar un ataque serio a Israel.

Entre las consecuencias positivas de ese conflicto, Harel señaló que el ejército libanés ocupa después de cuarenta años su propio territorio al sur del río Litani, lo que "ha puesto fin, espero, a la república islámica de Hezbolá".

Entre las negativas, que no se logró la liberación de los soldados secuestrados, tampoco eliminar misiles "katiusha" que azotan Israel desde bases móviles, y los "errores", que los ha habido y están siendo investigados gracias a una democracia "que confía en sí misma".

Aunque las últimas semanas han sido de "cierta estabilidad" y podría haber puertas abiertas a contactos, Harel expresó su preocupación porque cualquier escenario es posible y podrían reactivarse conflictos con Hezbolá, con Hamas o con Siria.

"REPÚBLICA ISLÁMICA DE HAMÁS"

Reconoció también que las relaciones con la Autoridad Palestina están en un "muy mal momento", en cierta medida porque Israel no está dispuesto a tolerar que Gaza se convierta "en otro Líbano", en una especie de "república islámica de Hamás".

En los últimos meses, aseguró, toneladas de munición y misiles han llegado a Gaza con el propósito de azotar poblaciones civiles israelíes, y eso ha llevado a que se plentee el regreso de las tropas, después de la desconexión de 2005, cuando "no quedó un solo colono, un solo tanque ni un solo soldado" en la franja.

Pese a todo, aseguró que Israel seguirá tendiendo la mano al presidente palestino, Abu Mazen, para acercar posiciones, siempre sobre la base de que el conflicto israelo-palestino no es "el tumor primario" del que parten todos los conflictos en el mundo árabe o musulmán.

Harel expresó su respeto por las políticas de la Unión Europea, pero cuestionó que Europa deba ser el principal contribuyente a la economía palestina, y no "los hermanos árabes".

Nadie duda de la difícil situación que vive el pueblo palestino y tampoco lo hace Israel, precisó Harel, pero esa situación, concluyó, se debe a los pasos dados por los líderes a los que el pueblo palestino ha confiado su futuro.

(SERVIMEDIA)
18 Oct 2006
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