Según MSF, todas las víctimas de este último ataque esperaban para recibir raciones de harina en Jan Yunis, al sur de Gaza.

Los cuerpos de las víctimas mortales y de los heridos fueron trasladados al Hospital Nasser, que "está al borde del colapso".

El equipo médico del Ministerio de Salud en el hospital que respondió a la afluencia de pacientes tuvo que despejar la sala de maternidad para hacer espacio para los heridos. "Las salas de partos se convirtieron en quirófanos de urgencia", apuntó.

Muchas de las lesiones requirieron amputaciones para salvar la vida de los pacientes. "Es una catástrofe. Buscar comida no debería significar una sentencia de muerte", declaró la doctora Wafaa Abu Nemer, pediatra de MSF en el Nasser.

Tras la reducción de los servicios de MSF en este centro, los equipos de la organización no han respondido directamente a este incidente, pero su personal que sigue trabajando en la maternidad del Nasser sí fue testigo del caos y de cómo se tuvo que despejar la sala de maternidad para hacer espacio a los heridos.

"En esta horrible situación, nada puede sustituir al Nasser, el último salvavidas que queda en el sur", advirtió Aitor Zabalgogeazkoa, coordinador de emergencias de MSF. "Sin embargo, el hospital está saturado, funciona con suministros limitados y se halla peligrosamente cerca del colapso", alertó.